¿Cómo calificas lo sucedido el pasado día 2 de mayo con motivo de los actos de celebración del Día de la Comunidad de Madrid? ¿Todos están exagerando acerca de lo ocurrido o te parece un tema realmente serio que daña la labor de los profesionales del protocolo?
Lo acontecido el pasado día 2 de mayo no tenía que haber ocurrido. Con dialogo previo a la celebración del acto y respeto por la organización que ha diseñado y aprobado la administración anfitriona, estos desencuentros y disfunciones organizativas se evitan. No es correcto que se presenten en los actos institucionales de esta entidad autoridades no invitadas porque pueden ocasionar un conflicto sin sentido.
Pero, en cualquier caso, no creo que se haya dañado a los profesionales de protocolo, más bien, al contrario: se pone de manifiesto que la ordenación de los actos por los profesionales del Protocolo está basada en criterios legales y en el respeto a la independencia y autonomía de cada administración pública respecto a las competencias y su ejercicio por las otras administraciones territoriales.
¿Crees que los servicios de Protocolo de la Comunidad de Madrid actuaron correctamente o debieron ser más flexibles ante la circunstancia de contar con un ministro del Gobierno de España que no estaba invitado al acto pero que, en el fondo, es un ministro?
No conozco personalmente a la jefa de Protocolo de la Comunidad de Madrid, Alejandra, pero en mi opinión actuó correctamente, tal y como estaba previsto en el diseño del acto, hizo lo que tenía que hacer, y resolvió el problema con una educación exquisita, aplomo y profesionalidad.
¿Pudo evitarse el incidente o, ante las circunstancias políticas conocidas por todos, el problema no tenía solución?
Tenía que haberse evitado, eso lo tenemos claro todos los profesionales de protocolo. El dialogo previo al desarrollo del acto en nuestra profesión es fundamental, así como la cooperación y coordinación entre los servicios de seguridad, comunicación y protocolo de cada institución que participa en el acto.
Otra cosa distinta es cuando te sorprenden; aunque parece ser que ya se había anunciado que el ministro de Presidencia asistiría al acto, no creo que esa sea la forma de actuar, ya que, insisto, el acto era un acto de la Comunidad Autónoma de Madrid, no del gobierno central.
Al ministro de Presidencia ya se le había asignado un sitio en la primera línea de calle, pero no en la tribuna, y el mismo ministro se saltó el cordón-catenaria (todos lo vimos) para acceder a la tribuna por delante de las autoridades que sí habían sido aceptadas para presidir los actos del Dos de Mayo, incluso por delante de la ministra de Defensa que no olvidemos era la ministra del ramo (desfilaban tropas) y de jornada.
Está claro porque todos los profesionales estos días hemos aclarado que hay que conocer y distinguir perfectamente los conceptos de presidencia, precedencia y naturaleza del acto y todos hemos dejado claro que la presidencia la determina el anfitrión, teniendo en cuenta, por supuesto, la normativa aplicable (RD 2099/83 que establece las precedencias), pero una persona que reclama su lugar en la presidencia alegando su precedencia está confundiendo los conceptos.
¿Qué hubiera sucedido si se presentan en el acto los 22 ministros del Gobierno? ¿Hubiera debido Protocolo de la Comunidad permitir el acceso a la tribuna a todos ellos? ¿Se lo imaginan?
¿Cuál hubiese sido a tu juicio (teniendo siempre en cuenta las malas relaciones institucionales) la mejor solución?
Las relaciones políticas e incluso las relaciones personales entre los políticos no deben condicionar la ordenación de los actos institucionales, que se deben diseñar y planificar con imparcialidad, objetividad, diálogo previo y respeto por las normas y tradiciones locales. La improvisación no puede ser la norma porque destruye todo el trabajo de los servicios de Protocolo.
¿Qué consecuencias crees que tiene este incidente para nuestra profesión? ¿Estamos indefensos ante nuestros jefes, ya sean políticos o empresariales? ¿Es bueno que haya pasado algo así para que la sociedad conozca la importancia de nuestro trabajo?
Por supuesto, siempre es mejor que estos hechos no sucedan. De hecho, los servicios de protocolo formamos parte de los apoyos técnicos invisibles, nuestro trabajo es facilitar el desarrollo de los actos otorgando el protagonismo a los representantes institucionales. No creo que a la directora de Protocolo de la Comunidad de Madrid le haya generado esta situación otra cosa que un problema que jamás hubiera deseado tener que afrontar, y aún menos con la transcendencia pública que ha tenido.
Ahora bien, una vez que lo hemos vivido, en mi opinión, la imagen que ofrecieron los servicios de Protocolo de la Comunidad y muy especialmente su directora, su respuesta firme pero templada y cortés, refuerzan el sentido de nuestro trabajo y ponen de manifiesto que los funcionarios públicos de los distintos servicios de protocolo institucional debemos hacer siempre nuestro trabajo con objetividad e imparcialidad y sometimiento pleno a la ley y al derecho, aunque algunas veces algunas personas no lo entiendan de este modo.