JOSÉ LUIS OCHOA VÁZQUEZ
Exjefe (jubilado) de Relaciones Sociales e Institucionales de la Diputación Foral de Álava
“Ojo a las situaciones inesperadas. En ellas se encierran a veces las grandes oportunidades” (Joseph Pulitzer).
Ha pasado casi un mes desde que el 20 de agosto la Selección Española Femenina de Fútbol ganara el Mundial. Y de todo lo sucedido en el placo y en la ceremonia de premiación.
En este tiempo los hechos acaecidos han supuesto una verdadera revolución en los estamentos del futbol y, diría, del deporte en España. En mi opinión ya nada volverá a ser igual. “No hay mal que por bien no venga…”.
No voy a repetirme en lo significado por la AEP y por las expertas y expertos en protocolo y comunicación que han mostrado su opinión en las páginas de REVISTA PROTOCOLO. Comparto sus opiniones sobre la inadecuada conducta del Sr. Rubiales (expresidente de RFEF cuando escribo estas líneas), y todo lo relativo a la ceremonia de premiación. Importante y oportuna fue la Jornada del OPPE del pasado 12 de septiembre.
Pero me van a permitir que me centre en otro aspecto, no tanto de protocolo, pero sí imprescindible en el quehacer diario de nuestra profesión: la igualdad entre mujeres y hombres.
Aunque se va avanzando, y este mundial significará un antes y un después para la presencia e influencia de la mujer en el deporte, las y los responsables de protocolo tenemos una gran responsabilidad en la organización de eventos y debemos cuidar al máximo nuestras organizaciones y lenguajes. Sé que ya lo hacemos… pero, quizás, con más ahínco.
A modo de ejemplo: el fútbol femenino no existe, es fútbol; ¿mejor selección femenina de fútbol? ¿Y por qué la Casa Real establece su representación según sean mujeres u hombres? ¿Alguien duda de la presencia de SM el Rey si la final la hubiera disputado la selección masculina?
El fútbol ha sido como el “Soberano”: cosa de hombres. Y los hombres, sí, sobre todo los hombres, tenemos una gran responsabilidad en conseguir que esto cambie. Y las empresas que patrocinan el deporte, con una apuesta clara no solo en “poner dinero” para el deporte practicado por las mujeres sino también en adecuar sus estructuras empresariales. Hace pocos días la cúpula directiva de una de las empresas más significas en el apoyo al deporte practicado por las mujeres se reunió en su sede-ciudad: 11 hombres y 1 mujer.
Parece que estamos en el buen camino, los acontecimientos de estos últimos días así lo corroboran. Y es muy importante nuestro granito de arena, el de las y los profesionales del protocolo; permitidme que os anime a ello.