SONIA ARIZA
Profesional independiente de eventos y marketing experiencial
El ser humano ha nacido para crear y para analizar. Cuando el pensamiento creativo y el analítico se dan la mano, las soluciones se multiplican y los caminos se adentran en lo desconocido. Esto es básicamente lo que se conoce como “design thinking”, un concepto que nació en el ámbito del diseño y que lo aplicamos en el día a día de forma natural en nuestros eventos.
¿Cómo? Observamos para buscar soluciones innovadoras. Resolvemos problemas. Tenemos empatía. Trabajamos de forma colaborativa e interaccionamos con una gran diversidad de perfiles profesionales durante todo el proceso. Todo esto, sumado a la experiencia acumulada con otros sectores y distinto público objetivo en cada uno de ellos, nos proporciona una amplitud mental que nos hace ser creativos y flexibles de forma innata.
En palabras de Steve Jobs, “la creatividad simplemente consiste en conectar las cosas. Cuando le preguntas a las personas creativas cómo han hecho algo, se sienten un poco culpables porque en realidad no han creado nada, sino que se han limitado a ver algo. Tras un tiempo, les resulta obvio, pues han sido capaces de conectar las experiencias que habían tenido y de sintetizar cosas nuevas”. Todo esto nos ocurre a los creadores y productores de eventos que, tras una larga experiencia, nos llegan multitud de conexiones que aplicamos en nuestras propuestas, sin ser conscientes en el momento en que las estamos planteando.
La diversidad es crucial para la creatividad. Por ello, es básico acumular experiencias en distintos sectores para poder aportar soluciones distintas donde conectar y sorprender a la audiencia
Si hay algo que nos define es que abandonamos constantemente la rutina, salimos de la zona de confort buscando experiencias nuevas en cada momento de nuestras vidas. La diversidad es crucial para la creatividad. Por ello, es básico acumular experiencias en distintos sectores para poder aportar soluciones distintas donde conectar y sorprender a la audiencia.
Con ello, no quiero decir que los jóvenes que se incorporan a esta profesión tengan limitaciones. Vienen con ideas frescas y desde su visión actual y psicología contemporánea pueden aportar ideas diferentes a los nuevos retos. Así que la combinación perfecta es la experiencia profesional y la energía de los jóvenes. Es indispensable que varias mentes con características diferentes puedan trabajar unidas en un proyecto. La panorámica de las soluciones es mucho más amplia y diversa que si confiamos en una sola cabeza.
Las ideas pueden llegarnos en cualquier momento, principalmente en esos espacios donde nos sentimos a gusto y donde nuestra mente puede fluir sin estrés a cualquier hora o día y nos llega la inspiración sin saber cómo
Las distintas disciplinas (plásticas, escénicas, literarias…) están relacionadas con la organización de un evento. Las ideas pueden llegarnos en cualquier momento, principalmente en esos lugares y espacios donde nos sentimos a gusto y donde nuestra mente puede fluir sin estrés a cualquier hora o día de la semana y nos llega la inspiración sin saber cómo. Por ello, es muy importante, generar ambientes donde haya bajo estrés y fomentar el pensamiento creativo. Salir del despacho, visitar un espacio natural o cultural, ser flexibles con los días de trabajo y horarios, crear espacios de ocio y descanso en nuestras oficinas, son de vital importancia y nos ayudará a encontrar esa tranquilidad que es tan importante para explorar y desarrollar nuestra creatividad.
Somos pasionales. Si no sientes amor por este trabajo es mejor dedicarse a otra profesión. El riesgo forma parte de nuestro trabajo: si nos quedamos en aquellas ideas que han funcionado y en las que nos sentimos seguros, perdemos la capacidad de provocar a nuestro pensamiento e innovar, lo que conllevará a perder la ilusión.
El riesgo forma parte de nuestro trabajo: si nos quedamos en aquellas ideas que siempre han funcionado, perdemos la capacidad de provocar a nuestro pensamiento e innovar, lo que conllevará a perder la ilusión
Existe una metodología para poner en orden todo lo expuesto anteriormente. El método SCAMPER fue creado por Bob Eberlee en 1971, que se inspiró en los trabajos que Alex Osborne llevó a cabo en 1953 en torno al brainstorming o “lluvia de ideas”. Es una técnica asombrosa para producir una ingente cantidad de ideas y relaciones posibles.
SCAMPER es el acrónimo de Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Darle otro uso, Eliminar y Reorganizar. Cada fase formula unas preguntas para generar nuevas ideas. Por ejemplo:
SUSTITUIR
La modificación constante de las cosas forma parte de lo natural, así que, en este primer paso, pensamos qué elementos podemos sustituir de una idea y cuáles no (espacio, profesionales, materiales o cualquier cosa susceptible de cambio). Un pequeño cambio puede generar una atmósfera radicalmente diferente. ¿Qué reglas puedo modificar? ¿Puede cambiar el público objetivo? ¿Puedo utilizar otros materiales para reducir el impacto ambiental? ¿Puedo elegir otro lugar? ¿Puedo trabajar con otros colaboradores?
COMBINAR
En esa parte probamos combinar nuestras propuestas más arriesgadas e intuición con las normas o principios que conocemos a partir de experiencias anteriores. ¿Sería conveniente adoptar ideas de otros sectores? ¿Podemos trabajar con profesionales de otras disciplinas? ¿Qué ideas podemos fusionar? ¿Qué podemos simplificar?
ADAPTAR
Adaptar significa cambiar una cosa, modificarla o ajustarla para que sea válida, sirva, funcione, etc. en una situación nueva o con características distintas. ¿Hay algo de otro contexto o situación que podamos usar para nuestro caso? ¿Qué ideas de otras disciplinas podemos adoptar? ¿Qué casos de éxito serían aplicables en mi evento? ¿Qué puedo cambiar sin abandonar las premisas del cliente? ¿Qué otras acciones nos sugieren? ¿Quién podría hacerlo igual?
MAGNIFICAR
Sueña, visualiza lo que puedes lograr a lo grande, sin límites. Aquí tratamos de abrir la mente, pensar en positivo, imaginar lo imposible y buscar oportunidades transformadoras. ¿Podemos escalar nuestra idea? ¿Cómo podemos tener mayor repercusión? ¿A través de qué canales? ¿Podemos cambiar algún concepto? ¿Se puede aumentar el target? ¿Podemos invitar a más profesionales a sumarse al proyecto y añadir sus ideas?
PROPONER
Esta parte es muy importante, ya que, cada participante del equipo expone y comparte sus ideas individuales con el resto del grupo sin condicionantes. Hablar sin tabúes ni filtros, todo vale a la hora de proponer. ¿Podríamos hacer lo mismo en otro evento con otro tipo de público objetivo? ¿Podemos aportar nuevos conceptos y valores? ¿Podemos romper las reglas o pautas establecidas?
ELIMINAR
La penúltima fase trata de eliminar todo aquello que no aporte valor y simplifique nuestro evento. El menos es más es una forma de vida. ¿Qué es innecesario? ¿Puedo simplificar las acciones sin que afecte al resultado? ¿Qué podemos racionalizar para reducir costes? ¿Son necesarios todos los profesionales que participan en este proyecto? ¿Qué podemos eliminar para reducir el impacto medioambiental?
REORDENAR
Y, por último, combinamos todas las fases y elementos buscando la diferenciación con el mejor resultado posible. Mezclar con inteligencia, es decir, con orden, pero con la creatividad del caos en su justa medida. ¿Qué puede ser reordenado? ¿Estrategia, concepto, profesionales, timing? ¿Qué elementos negativos hay? ¿Podemos revisar el argumentario para hacer nuestra propuesta más convincente?
Os recomiendo las distintas plantillas que hay en la plataforma visual Miro (https://miro.com/es/.) Siempre recomiendo llevar un cuaderno de notas para apuntar ideas. Las mentes más brillantes de la historia (Leonardo da Vinci, Thomas Edison, Galileo Galilei, Nicola Tesla, Pablo Picasso, Ludwig van Beethoven, Samuel Morse, Mark Zuckerberg o Bill Gates) recopilan ideas que usan e influyen en su trabajo. Esas páginas valen oro. Desplazamientos en transporte público, comidas solitarias, esperas, cualquier momento es ideal para sacar el cuaderno a relucir y apuntar nuestros pensamientos y observaciones. Ahí está el germen del “design thinking”. No hay soluciones ni fórmulas establecidas, solo ser un poco inquieto, pasión por lo que haces, mucho trabajo y grandes dosis de empatía.