ALICIA SÁNCHEZ CAÑADAS
Experta en Protocolo
Desde el punto de vista del protocolo, ¿qué te ha parecido el comportamiento de Luis Rubiales en el palco nada más terminar la citada final del mundo?
Impropio de una persona con un mínimo de educación y decoro. Saber gestionar las emociones en espacios públicos es indispensable, pero en un palco donde estás representando a tu federación, a tu país, es primordial. Las personas / personalidades que ocupan lugares en los palcos deben saber que por el simple hecho de poder acceder a ellos deben “saber estar”. Al comportamiento del Sr. Rubiales no lo llamaría una falta de protocolo sino una falta grave de educación por los saltos, aspavientos y otros gestos muy groseros que estarían fuera de lugar en cualquier zona del estadio en la que se hubiera sentado. Al tratarse del presidente de la Federación Española de Futbol (en estos momentos ya expresidente), estaba representando a España y al futbol español, sus imágenes primero en el palco y después en la ceremonia de premiación dieron la vuelta al mundo, por no SABER ESTAR. Creo que el peor parado salió Rubiales, su reputación costará mucho que la recupera, si lo hace.
Siempre desde el punto de vista del protocolo y las buenas maneras que debe tener cualquier persona, ¿Cómo crees que se hubiese resuelto esta situación después de haberse producido? ¿Crees que unas sinceras manifestaciones de disculpa hubiesen sido suficientes para evitar el revuelo mediático y social?
Disculparse siempre es aconsejable cuando sinceramente piensas que te has equivocado. El Sr. Rubiales se disculpó en la rueda de prensa, pero “con la boca pequeña”. Además, no se trataba sólo del horroroso y obsceno comportamiento en el palco en el que también estaban S.M. la Reina Letizia y SAR la Infanta Sofia (todavía una niña de 16 años), y tampoco del “pico” que le dio a la jugadora de la selección; en la ceremonia de premiación agarró en una ocasión a Dña. Letizia pasándole el brazo por el hombro y también lo hizo con la Infanta Sofia. Este señor es un cúmulo de despropósitos.
Desde mi punto de vista las palabras que dijo de “perdón” no tienen credibilidad (ahí está el lenguaje no verbal). Tenía que haber dimitido en el avión de regreso. Y no exponerse más públicamente, ni en la fiesta de bienvenida ni cuando los recibió el presidente del Gobierno de España. Pero, como dijo Miguel de Unamuno: “Lo que natura non da Salamanca no presta”, o lo que es lo mismo: “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta”.
¿Crees que estas conductas deben ser castigadas severamente bien como medidas judiciales u otras de carácter disciplinario?
Rotundamente sí. Aquí hay que diferenciar su comportamiento en el palco y en la ceremonia de premiación con el resto de las autoridades, entre otros, miembros de la Casa Real y, por otra parte, si hubo o no abuso en el “pico” que le dio a Jenny Hermoso. Son dos temas distintos DEPLORABLES y que nos indican qué individuo estaba al frente de la RFEF.
¿Los responsables de este tipo de eventos tienen la capacidad de evitar estas circunstancias o son situaciones que no se pueden prevenir ni controlar?
Los responsables de protocolo cuidamos al detalle la preparación de este tipo de actos: ordenamiento en el palco, premiaciones, aconsejamos qué tipo de vestido es el adecuado etc… Pero no nos podemos meter en la mente de cada uno de los invitados e impedir que este tipo de “catástrofes” ocurran.
¿Cuánto han empañado estos hechos la imagen de la Casa Real y del resto de instituciones españolas representadas en el palco?
Su inaceptable comportamiento en el palco y en la ceremonia de premiación perjudico gravemente a la Marca España, a la FIFA y a la RFEF. Pero lo que es más importante: se perjudico él mismo que, por otra parte, venía ya con un perfil muy bajo por otros asuntos que no vienen al caso. La presencia en el palco de S. M. La Reina Letizia y la Infanta Sofia, que daba una imagen de la importancia que tenía ese encuentro y el mundial en sí, se vio ensombrecida por el comportamiento del Sr. Rubiales. Desde mi punto de vista la infanta Sofía no debería haber estado en la ceremonia de premiación.
Mi opinión general sobre todo lo acontecido. Igual que se hace una selección para la designación de algunos cargos, muy exhaustiva, se debería hacer lo mismo para la elección de las personas que nos representan dentro y fuera de España. Deberían pasar por los mismos procesos de selección que el resto de los mortales. A simple vista se ve que a este señor le faltan kilómetros de educación, de saber estar, de comunicación, liderazgo, empatía y otros muchos valores. Los profesionales del protocolo amamos nuestro trabajo y tenemos la imperiosa necesidad de mantener la imagen externa de las mismas, como medio de comunicación.
Mi primer profesor D. Felio A. Villarrubias decía esto “La esencia del Protocolo radica en su naturaleza de signo vital, revelador de la vida personal, pero no en si misma en la relación con la comunidad. Por eso cabe y se debe hablar de una ética en cuanto que cada acto, cada ceremonia, cada rito, ha de ser fiel experiencia de la sumisión del hombre a sus deberes consigo mismo, con las cosas y con la sociedad. Es necesario, pues, que el hombre encuentre en el protocolo su forma de vida, expresiva de un modo de ser comunitario.” Tuve la suerte de vivir en Barcelona y acudir a varios cursos con el más GRANDE del protocolo y gran persona.
En esos años me quedo muy claro que si me dedicaba al protocolo tenía que poner en cada evento todo mi corazón y buen hacer para la institución o empresa, en la que en ese momento trabajara.
Si Felio Vilarrubias viviera… ¿qué pensaría del caso Rubiales? No lo sé, pero intuyo que de entrada pensaría que no era merecedor del puesto que ostentaba. Porque una persona que ama su profesión no se comporta de una forma tan inadecuada y soez.