DIEGO ÁLVAREZ-NOVOA
CFO & head of corporate services de SOMOS Experiences
Trabajamos es un sector que convive con la incertidumbre. Apenas hay contratos a largo plazo que permitan dar visibilidad de ingresos y por consiguiente de un calendario para organizar los recursos propios y externos. La incertidumbre es un freno para el crecimiento de muchas de las agencias en nuestro país. Cada año la cuenta de resultados empieza a cero y “hay que salir a buscarse el pan”.
Es cierto que algunos clientes, sobre todo las grandes empresas, tienen eventos en el que un porcentaje medio-alto se repite anualmente, lo que permite a las agencias no trabajar a ciegas y tenerlo en cuenta a la hora de planificar el año, aunque siempre con la incertidumbre de que los proyectos no los tienen garantizados. Aunque, sin duda, la gran problemática está en el volumen no recurrente e imposible de calendarizar que trastoca cualquier planificación. Un claro ejemplo fue el año 2022. Después de dos años de pandemia, el calendario se trastocó y el volumen de trabajo fue tan alto que desbordó las previsiones tanto de recursos humanos como financieros de todas las agencias. Esta situación era imposible de prever.
Es fundamental en cualquier organización, ya sea pequeña, mediana o grande, tener un plan estratégico con unos objetivos claros que ayuden en la toma de decisiones. Decisiones relevantes tomadas pensando en el corto plazo suelen resultar contraproducentes, generan incertidumbre y muestran falta de rumbo.
Estamos en un momento clave del sector donde la profesionalización de las organizaciones se hace cada vez más necesaria. Necesitamos empresas sólidas que puedan resistir mejor los ciclos económicos. Actualmente el sector, tanto agencias como el resto de stakeholders, está compuesto en su mayoría de empresas que sufren cuando aparecen desafíos económicos o normativos.
Tener una mayor cultura financiera dentro de las organizaciones y apoyarnos en herramientas digitales que nos den información ágil para la toma de decisiones son fundamentales para el éxito en la profesionalización. A partir de ahí será más fácil crecer y tener una industria menos volátil y atomizada.