R.P.
El jefe de Protocolo del Gobierno de Aragón, Javier Carnicer, acaba de ser distinguido con la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, reconocimiento que le entregó el pasado sábado el rey don Felipe, quien también es Gran Maestre de la Orden. El monarca le prendió la Cruz sobre el lado izquierdo del pecho (como se aprecia en la fotografía) en un íntimo acto que se celebró en el Palacio Real. De esta manera, Carnicer recibe un reconocimiento más que merecido si tenemos en cuenta lo mucho que este aragonés ha trabajado en favor de la profesión en general y en sus tareas laborales en particular.
Desde REVISTA PROTOCOLO queremos felicitar muy sinceramente a este magnífico profesional que durante tantos años ha demostrado saber trabajar en la sombra, en equipo y, lo que es más importante: cumpliendo objetivos. Merecidísima distinción que honra a toda la profesión.
La Real Orden de Isabel la Católica fue creada por el Rey don Fernando VII el 14 de marzo de 1815 con la finalidad de “premiar la lealtad acrisolada a España y los méritos de ciudadanos españoles y extranjeros en bien de la Nación y muy especialmente en aquellos servicios excepcionales prestados en favor de la prosperidad de los territorios americanos y ultramarinos”, tal y como se puede leer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Por Real Decreto de 26 de julio de 1847 se reorganizó esta Orden, tomando el nombre de Real Orden de Isabel la Católica.
El tiempo transcurrido desde su creación, la diversidad de normas que se han dictado con posterioridad y los cambios experimentados en la organización institucional y territorial del Estado aconsejaron proceder a una nueva actualización de su Reglamento que adaptó su contenido a la realidad social y administrativa actual “sin menoscabo del espíritu y finalidad que alentaron la fundación de la Orden”.