RAMÓN PECHE VILLAVERDE
Presidente de la Asociación Española de Protocolo (AEP)
Aranjuez, 30 de septiembre de 2023
“El advenimiento de un Estado social y democrático de Derecho, instituido y sancionado por la vigente Constitución de 1978 bajo la forma política de Monarquía parlamentaria, ha determinado necesariamente la implantación de una nueva estructura de poderes e instituciones, unipersonales o colegiados, cuya presencia y vigencia articulan la imagen política y administrativa de la Nación.
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La proyección del signo democrático y social en el Estado supone, por otro lado, una distinta graduación en la presencia de la autoridad o cargo público, por corresponder mejor valencia a las investiduras electivas y de representación que a las definidas por designación, resultando asimismo indeclinable un mayor reconocimiento a las instituciones del mundo de la cultura.
Todo ello plantea la necesidad inmediata de proveer, dentro del régimen del protocolo del Estado, a la regulación de la ordenación de precedencias que, en la asistencia a los actos oficiales, cumpla atribuir y reconocer a la Corona, Autoridades, Instituciones, Corporaciones y personalidades del Estado que, singular o colegiadamente, ostentan la titularidad, investidura o representación respectiva de aquéllas, toda vez que las normas pretéritas de precedencias, aparte de ser precarias y obsoletas, han quedado en gran medida derogadas por la nueva estructura constitucional»
R.D 2099/1983 de 4 de agosto
Preámbulo
2099. Es el número del Real Decreto por el que, el 4 de agosto de 1993 se aprobaba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado que ha cumplido este verano, por tanto, cuarenta años de vigencia. Una norma protocolaria que llenaba el vacío que, en aquellos primeros años de democracia existía en la ordenación de autoridades e invitados, en la clasificación y presidencia de los actos, en las precedencias y en otros aspectos de la organización de actos oficiales. Se derogaban así decretos y disposiciones anteriores, obsoletos o marcadamente anacrónicos, posibilitando una herramienta válida y oportuna para instituciones, entidades y profesionales. Al mismo tiempo, se abría un amplio espacio al debate, que se ha desarrollado durante estas cuatro décadas y que sigue abierto, porque el tiempo, las circunstancias y las distintas situaciones y momentos que las propias instituciones han vivido, así como la evolución de la sociedad española y los nuevos planteamientos profesionales en la organización de los actos, hacen ya más que necesaria una actualización de la norma a la que los profesionales hemos acudido de forma reiterada en estos años, reconociendo el valor histórico que ha tenido.
Las posibles actualizaciones del R.D., por su complejidad, no contentarán a todos, aunque hayan contado con el mencionado y consensuado proceso de estudio y debate profesional, apoyado en la experiencia cotidiana en la organización y desarrollo de actos. Desde esa visión profesional, hemos sugerido una ampliación de las ordenaciones en la actual normativa para tratar de llenar un vacío con el que, más a menudo de lo que quisiéremos, nos encontramos en los miles de actos que se suceden, sobre todo en los ayuntamientos y entidades locales de todo orden en los que la colocación de autoridades e invitados nos plantean problemas y, a veces, agravios comparativos, al tratarse de personalidades cuyos cargos no se encuentran recogidos en las ordenaciones que regula la actual normativa de precedencias. Desde el alcalde de una entidad local menor hasta un juez de paz, en territorios eminentemente locales, pasando por un cónsul acreditado, un director insular, un viceconcejero o el presidente de la Federación de Municipios. Cargos y autoridades que, en algún momento, pueden asistir a los actos organizados desde las entidades locales que, podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos, representan el mayor porcentaje de actos organizados desde las instituciones públicas.
Se hace pues imperiosamente necesaria la actualización del R.D., aunque la norma haya ido admitiendo modificaciones parciales, alteraciones e incorporaciones, inspiradas en las circunstancias coyunturales que se van produciendo o motivadas por la necesidad de corregir determinados errores u omisiones, tratando de mantener el espíritu del que se nutrió el redactor para dar luz a una normativa que, hasta el momento, es el referente aceptado por profesionales y asociaciones, tanto de ámbito nacional como autonómico o de índole sectorial, además de instituciones, entidades y administraciones. Esas asociaciones y profesionales han hecho de la norma un lugar de encuentro y debate, dado que la aplicación de aquella ha planteado situaciones novedosas, no contempladas en el articulado legal, que a su vez han abocado a aplicar soluciones adaptadas a cada momento o circunstancia, tratando de respetar siempre el espíritu de ley.
De nuevo, de lo local llegamos a lo global, a ese concepto de lo “glocal” en el que nos movemos, algunos también desde hace cuatro décadas, en el ámbito del protocolo municipal. En los últimos meses, tras las elecciones autonómicas y locales, el pasado 17 de junio no solo se han configurado los propios consistorios. También, en un alto porcentaje, departamentos y gabinetes de protocolo se han puesto en marcha, a veces con los mismos responsables al frente; con nuevas contrataciones en otros casos, y con cambios, motivados por los cambios de gobierno, en otros más.
En este sentido, la Revista Protocolo, nuestro referente informativo profesional, va a publicar en sus próximas ediciones impresas la composición de esos servicios de protocolo en el más de un centenar de municipios con mayor población de España, además de sendos artículos de dos profesionales que llevamos trabajando en protocolo municipal desde hace décadas: mi buen amigo y compañero Alfonso Yagüe, director de Comunicación y Protocolo en el Ayuntamiento de Yecla desde 1989 y miembro destacado de nuestra delegación territorial en Murcia, y este presidente, en mi calidad de Jefe del Servicio de Protocolo del Ayuntamiento de Aranjuez desde 1983.
Precisamente desde las páginas virtuales e impresas de la Revista Protocolo, hemos iniciado en las últimas semanas una campaña de visibilidad de la aep que continúa la línea abierta por la Junta Directiva en su última reunión en la que, entre otras medidas, se aprobaba el programa de actividades previsto para el último cuatrimestre del año, ampliando hasta el final del mismo los actos conmemorativos del XXX aniversario de la aep y posibilitando el acceso público a alguno de esos actos a profesionales de otras asociaciones y entidades dentro de la anunciada campaña de captación de socios. Una de esas actividades abiertas es el ciclo de webinars, reanudado este mes tras el paréntesis estival, con la interesante conferencia de Esperanza Guede, reconocida socia de nuestra delegación territorial en Galicia y miembro de la Junta Directiva, que nos ilustró en la tarde del jueves 28 de septiembre con una documentada conferencia sobre lo que son para ella las pautas fundamentales para la buena organización de un congreso. En el mes que empieza, otro nuevo webinar nos ilustrará sobre temas relacionados con el protocolo municipal.
Desde nuestra última cita epistolar el pasado mes de julio, muchos han sido los temas de perfil corporativo, de indudable interés para los socios, que hemos acometido en este verano.
Por un lado, con el objetivo de mejorar nuestra visibilidad en medios y redes sociales y de cara al plan de comunicación y la campaña de captación que vamos a abordar el próximo año, procedimos a la incorporación de una nueva secretaria técnica, con labores en el ámbito de la información y la comunicación. En este sentido, se han mantenido los envíos semanales de ofertas de empleo y prácticas; hemos acometido pequeños pero significativos cambios y actualizaciones en la web para ir renovándola y modernizándola; hemos apostado por una comunicación más fluida con los socios mediante el envío de noticias, comunicados e informaciones sobre congresos y descuentos y sobre actividades de los propios socios (eventos, presentación de libros, premios y reconocimientos…). También se ha efectuado una exhaustiva revisión de cuotas, procediendo a dar de baja a deudores reincidentes. Y se ha puesto en marcha una agenda compartida para la Comisión Ejecutiva con el fin de agilizar contactos, gestiones y comunicaciones.
Por otro lado, estamos programando y desarrollando acciones y reuniones para actualizar, afianzar y renovar servicios, ofertas a los socios y convenios como el seguro de Responsabilidad Civil, las prestaciones del CRM (el servidor de relación y comunicación con los socios), la Revista Protocolo o nuestros socios corporativos (UFEDEMA, UNED…), además de haber posibilitado nuevos acuerdos y convenios (Universidad Camilo José Cela, UNED…) y estar a punto de firmar otros (EMA Event Managers Association, Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas…).
Indicándose en estos días los diferentes cursos académicos en universidades y centros formativos que mantienen en sus planes de estudios cursos, grados o master de protocolo y organización de eventos, quiero recordar que tenemos firmados y vigentes varios acuerdos y convenios con universidades y escuelas superiores, varias de ellas socios corporativos de la AEP (sc) que incluyen en su articulado interesantes ofertas formativas y descuentos en matrículas: Universidad Oberta de Catalunya UOC (sc), Escuela Superior de Protocolo, Eventos y Comunicación ESSPEC (sc), Universidad Camilo José Cela UCJC (sc), Universidad Internacional de la Rioja UNIR, Universidad Europea de Madrid UE, Universidad Nebrija, Escuela de Negocios y Dirección (Universidad Europea Miguel de Cervantes) y Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED.
Precisamente en el ámbito universitario, durante estos meses veraniegos hemos participado, difundiendo o asistiendo con ponencias concretas, en varias citas congresales, como el VIII Congreso Internacional El Protocolo Contemporáneo celebrado en Sevilla (Universidad de Sevilla y UNED), o el Curso de Verano Protocolo como medio de comunicación política y social en el siglo XXI celebrado en San Lorenzo de El Escorial (Universidad Complutense de Madrid).
Seguimos propiciando acciones de formación para nuestros socios, informando de las sesiones abiertas que otras entidades con las que mantenemos relaciones de colaboración o pertenencia, ofrecen, como las jornadas del Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos (OPPE) que ya han superado su cuadragésima tercera sesión mensual, o las Ventanas Académicas de la Academia Internacional de Ceremonial y Protocolo (AICP), abiertas al mundo, en las que he tenido el placer de participar.
En este sentido e incidiendo en la proyección internacional de la aep, también voy a participar presencialmente en las XVIII Jornadas Internacionais de Protocolo que organiza la Asociación Portuguesa de Estudios de Protocolo (APorEP) con la que mantenemos un convenio de colaboración desde el pasado año que ha posibilitado un descuento en la inscripción para los socios de la aep. Estas jornadas profesionales en formato presencial por última vez (https://www.aporep.com/programa-e-ficha-inscricao-xviii-jip-da-aporep/), tendrán lugar el próximo 7 de noviembre en Lisboa y nos permitirán finalizar el diseño de la actividad que ambas asociaciones teníamos previsto desarrollar en el ámbito de la promoción del Camino de Santiago portugués y su perfil protocolario, realizando algunas etapas del caminho tanto en Portugal como en Galicia, posiblemente en el primer cuatrimestre del año próximo.
Por último, no hemos cejado en el compromiso de defender y dar voz a nuestra profesión cuando acontecimientos o circunstancias de la actualidad informativa o social así lo han requerido. Hemos emitido sendos comunicados en dos temas de indudable interés que volvieron a poner el foco mediático en los profesionales del protocolo y en nuestras acciones y responsabilidades. Por un lado, el recurrente debate sobre las banderas, al que ya me referí en mi última carta, que nos agradecieron socios e instituciones, subrayando esta opinión profesional como referente aclaratorio para muchas entidades y corporaciones.
Por otro lado, a raíz de los hechos acaecidos tras la conquista de la Copa Mundial Femenina de la FIFA por parte de la Selección Española de fútbol, emitimos un nuevo comunicado destacando nuestro importante papel en el diseño y organización de palcos y premiaciones deportivas para destacar el propio mérito deportivo así como para reforzar la imagen que con los equipos se otorga a los países, estableciéndose unas determinas normas a respetar en cuanto a las precedencias, a la representatividad, a la etiqueta y, como no, a la conducta, tanto para los deportistas, como para las aficiones, los invitados, las autoridades deportivas o políticas y el resto de asistentes a eventos de esta trascendencia (https://www.aeprotocolo.org/protocolo-en-palcos-oficiales/)
De nuevo, en los últimos días de septiembre, el foco informativo desde determinados programas o secciones en medios generalistas ha vuelto a incidir en la percepción o la imagen que de nuestra profesión pueden llegar a tener determinados medios o determinadas opiniones, difundidas desde esos medios.
Por un lado, la edición digital de La Vanguardia publicaba la carta de un lector, Daniel Martínez, que definía el protocolo como “un conjunto de normas que se practican para que el servicio en la mesa de comidas y bebidas sea lo más placentero posible para el comensal”. Más adelante, volvía a referirse a las normas de protocolo son “como un libro de bitácora que van guiando los pasos y movimientos del camarer@ al moverse por la sala, tomar la comanda del cliente y servir a los clientes de una manera uniforme, correcta y agradable».
Quiero pensar que por desconocimiento o por falta de un criterio profesional, este tipo de opiniones vuelven a generar confusión en el gran público, que tiende a confundir nuestra actividad profesional con otras actividades y dedicaciones, como la colocación y los servicios de mesas y determinadas normas de etiqueta o de atención a un cliente en los sectores de hostelería y restauración. Es verdad que no es el propio medio periodístico quien emite esta opinión sino un lector en una sección específica de participación: las cartas. Y también es verdad que el medio, en este caso La Vanguardia, unos días antes, y es de agradecer, recurría a esta asociación para recabar nuestra opinión profesional sobre otro tema de reciente actualidad, solicitando una valoración –que corrió muy acertadamente a cargo de nuestra vicepresidenta Lucía Suárez– sobre las connotaciones del saludo entre dos personas con dos o más besos en las mejillas. Pero seguimos necesitando trasmitir a la sociedad otra imagen del protocolo o, mejor, de los profesionales del protocolo, frente a la que dan otros presuntos expertos desde programas, columnas o redes sociales. Un comunicado, que verá la luz en esta semana, nos posicionará de nuevo ante este tipo de informaciones y opiniones, no siempre malintencionadas, pero en la mayoría de los casos muy desafortunadas, faltas de rigor profesional y abocadas a crear confusión y desinformación.
Termino con mi agradeciendo personal, una vez más y siempre serán pocas, a todas las personas que formáis parte de nuestra asociación, por vuestras acertadas sugerencias y colaboraciones y por vuestro apoyo decidido en la defensa profesional y corporativa. Y muy especialmente a los miembros de la Junta Directiva y a las delegadas y delegados que mantenéis viva nuestra imagen y nuestras siglas en las nueve delegaciones territoriales que conforman nuestra implantación estatal, a las que, en los primeros meses del próximo año, uniremos dos o tres territorios más, una vez se formalicen los necesarios procesos electorales.
¡Buen otoño y buena suerte!