R.P.
No es habitual que en tan pocas horas surja un vocablo nuevo que inunde el lenguaje de tanto millones y millones de personas. El fenómeno eurovisivo ha trascendido lo estrictamente musical y artístico para poner de moda (de forma brutal) un nuevo término que no pasará desapercibido por el diccionario popular: el ‘chanelazo’. Hata algunos le han buscado definición: “Éxito de Chanel Terrero en el certamen de Eurovisión de 2022”.
Basta con poner la palabra en Google para comprobar la desbordante inundación que existe con este vocablo. Ya solo con los titulares de los medios de comunicación tendríamos suficiente:
-“Chanelazo en Eurovisión: Ucrania gana y España queda tercera” (El Mundo).
-“Los mejores memes de Eurovisión 2022: el ‘chanelazo’, demasiadas baladas y el éxito del “bebebé” (El País).
-Chanel, tras el Chanelazo: “Tanto brillo de repente por Eurovisión, ciega” (La Razón).
-“El Chanelazo de Eurovision consigue unir a España” (El Periódico).
-“Chanelazo contra el elitismo de izquierda” (Voz Populi).
«El ‘chanelazo’ es posible: Chanel y ‘SloMo’, favoritas entre los fans de Eurovisión no solo en España” (Antena 3).
“Carmen Alcayde se marca un ‘Chanelazo’ en Sálvame” (Telecinco).
Y un larguísimo etc. Impresionante…
Artículo en nuestra edición impresa
Lo estrictamente organizativo, que es lo que aquí nos debería interesar, parece que se queda estos días en un segundo plano. Pero, por supuesto que no es así y no podríamos dejar de hablar de la impresionante puesta en escena que ha llevado a cabo Chanel y su equipo en Turín, con una producción espectacular. Y, por supuesto, de todo lo que fue este festival en cuanto a su compleja organización, tema que publicaremos en profundidad en el próximo número de la edición impresa de REVISTA PROTOCOLO.
Aquí dejamos de momento datos básicos sobre lo que fue su actuación y que reproducimos textualmente de la revista HOLA.
“SloMo fue la canción con la que Chanel Terrero representó a España este sábado en el escenario del Pala Alpitour Olímpico de Turín (Italia). Terrero realizó una actuación repleta de garra, empoderamiento y carisma, y caracterizada por una escenografía presidida por el dance break, el abanico como uno de los mayores símbolos culturales de nuestro país, la pirotécnica, y las trompetas que dieron paso a la mami. La reina, la dura, una Bugatti.
Chanel arrasó durante toda la actuación, en la que no paró de cantar y bailar al mismo tiempo, sin descanso, incluida la progresión de notas ascendentes en el solo que hizo la española al final de la canción y que arrancó los vítores de los asistentes al estadio turinés.
Vestida con un traje dos piezas, de body y chaqueta torera, diseñado por Alejandro Gómez Palomo (Palomo Spain) e inspirado en el tradicional traje de luces andaluz con más de 50.000 cristales blancos y rojos de Swarovski, la cantante cubano-española actuó justo detrás de la apuesta de los anfitriones, Brividi, con los italianos Mahmood y Blanco, y por delante de S10, la representante de los Países Bajos y su balada Diepte. «He diseñado un mono de licra y tul hecho sobre su cuerpo, y lleva unas aberturas muy sexis en las piernas, como si fuera un body que lleva zajones, y el cuerpo lleva un escote cuadrado, que es muy Palomo», detalló el modista en la presentación del outfit.
La propuesta de Chanel en esta edición estuvo firmada por Leroy Sánchez, cantante y compositor de artistas como Malú, Álex Ubago, Antonio José o Pitbull, que ya compuso la canción Voy a quedarme de Blas Cantó, representante de España en Eurovisión 2021. Por su parte, Kyle Hanagami, uno de los coreógrafos internacionales más solicitados, fue el artífice de la escenografía española, que se ha encargado tanto del videoclip, como de la actuación en directo de la representante española en el certamen”.