Por JUAN LUIS FUENTE
Yurena Carballo Hernández empezó en protocolo casi por casualidad. Se debatía entre dos carreras, pero el desenlace, que le llegó sin buscarlo, fue un acierto pleno. “Cuando me preguntan al respecto, siempre hago la misma reflexión: estoy en mi elemento, mi elemento que es el protocolo”. Esta mujer que siempre regala una buena sonrisa y da un ‘gracias’ al final de cada evento, es feliz en la playa, y con la lectura, y con el cine. “Soy muy cinéfila, me encantan las películas antiguas”. Nació en Telde (segunda localidad de la isla de Gran Canaria) el 1 de agosto de 1983, pero se siente adoptiva de Las Palmas de Gran Canaria, “una ciudad abierta, cosmopolita, con un potencial impresionante, nexo de tres continentes, lo nos da mucha riqueza cultural y social”. En su ayuntamiento ejerce como jefa de protocolo con una alcaldesa que hasta hace un año era ministra de Sanidad: Carolina Darias, persona, según Yurena, muy involucrada en la organización de los eventos, “hasta el punto de que su llegada aportó un plus a nuestro protocolo municipal”, afirma.
Estuviste unos años de jefa de Protocolo del Ayuntamiento de la ciudad de Telde (Gran Canaria) y ahora llevas casi una década en el mismo cargo, pero en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Experiencia no te falta. ¿Qué balance realizas de tu carrera como experta en protocolo municipal?
Pues debo decir que es positivo, he aprendido muchísimo trabajando en el día a día. Me encanta mi trabajo y disfruto en él.
¿Crees que el protocolo que se práctica en Canarias tiene una seña de identidad propia respecto al del resto de España?
Indudablemente. Aunque la inmensa mayoría del ceremonial está globalizado, aun aplicándose normas legales de carácter estatal, en el transcurso de los años, esta ciudad, debido a su propia historia de más de cinco siglos, sigue teniendo entre sus tradiciones actos propios que cuentan con arraigo.
¿Qué es lo que más te define como profesional del protocolo?
Intento observar cada día, y unir, lo que la corporación municipal requiere como institución representativa de la ciudad, con lo que la autoridad que la ocupa en cada momento entiende que debe realizar. A veces, no es fácil, aunque siempre he encontrado una magnífica voluntad y entendimiento en los alcaldes con los que trabajé, así como en la actual alcaldesa. Personalmente me define la constancia, el aunar siempre tradición y vanguardia y el entender que el ceremonial es, sobre todo, una herramienta de comunicación institucional muy valiosa.
“Personalmente me define la constancia, el aunar siempre tradición y vanguardia y el entender que el ceremonial es, sobre todo, una herramienta de comunicación institucional muy valiosa”
Pregunta obligatoria: ¿crees que el protocolo municipal tiene el reconocimiento que se merece?
En grandes capitales como es el caso de Las Palmas de Gran Canaria sí se reconoce, aunque siempre sería deseable obtener mayores recursos. Pero es cierto que en pequeños municipios en los que me consta que se trabaja muchísimo, en los que se cuenta con pocos recursos y se hace un magnífico trabajo, no es tan reconocido. Faltan medios y falta personal.
La nueva alcaldesa de Las Palmas es la exministra socialista Carolina Darias. ¿Esta circunstancia hace que sea más exigente con el protocolo por aquello de venir de una administración estatal? En general, ¿qué opina la exministra del protocolo?
En cierta manera sí. La realidad es que en esta ciudad siempre han tenido un peso importante todas las cuestiones protocolarias, pero quizás la alcaldesa, con su llegada, le ha dado un plus. Reconozco que ella también disfruta con la organización de los eventos, con el proceso, trabajamos juntas en los detalles, se involucra mucho, por lo que le da importancia a esta función. En cuanto a qué opina, creo que para ella (porque así me lo demuestra) es una pieza clave y fundamental en el desarrollo de su día a día.
¿Carolina Darias ha hecho que la actividad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sea más mediática e intensa? Porque eso implicaría más trabajo en tu departamento…
Indudablemente sí. En Las Palmas de Gran Canaria nunca han faltado los eventos, pero sí debo reconocer que desde su llegada la ciudad ha acogido varios eventos internacionales muy prestigiosos. Pongo un ejemplo: en julio, solo un mes después de que tomara posesión, recibimos en la ciudad la Reunión Informal de Ministros y Ministras (RIM) de Sanidad de la Unión Europea (UE) con motivo de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Una gran recepción con todo lo que eso conlleva.
¿Cuánto se toman en serio el protocolo las principales autoridades políticas, económicas y sociales de tu municipio?
Creo que se valora y mucho. Es práctica habitual que, en cualquier evento, incluso privado, haya un profesional del protocolo organizando.
“Las autoridades políticas, económicas y sociales de mi municipio valoran mucho el protocolo. Es práctica habitual que, en cualquier acto, incluso privado, haya un profesional de la organización de eventos”
Los cargos públicos con los que desarrollas tu trabajo sean del equipo de gobierno o de la oposición, ¿entienden bien cuál es en esencia la misión de los profesionales de protocolo?
Entienden que esto es algo que no sólo les compete, sino que les puede ser de enorme ayuda en sus responsabilidades cotidianas, facilitándoles su labor política e institucional y mejorando su capacidad de comunicación y entendimiento con la ciudadanía. Creo que plantearnos interrogantes como estos nos puede ayudar a comprendernos mejor y a entender algo más cómo se entiende y se acepta nuestro trabajo.
¿Qué es lo que más duro te resulta a la hora de desarrollar tu trabajo en el ayuntamiento?
Quizás el elevado volumen de trabajo. En mi departamento, afortunadamente, cuento con otro compañero al que aprovecho para agradecer su dedicación y compromiso, sin él no podría realizar mí labor, es una pieza fundamental en el equipo.
¿Cuáles son los principales eventos que organizáis desde tu gabinete de protocolo, esos que llevan seña de identidad propia para los ciudadanos de tu ciudad?
Una seña de identidad de esta ciudad son sus carnavales, que se desarrollan durante más de un mes durante el que organizamos galas y eventos con todo lo que eso conlleva. Nos pasamos meses organizando todo ello. Pero no puedo olvidarme de las fiestas fundacionales, con su acto de Honores y Distinciones que se entregan en la noche de San Juan, unas fiestas en las que no celebramos patronazgo, sino la fundación de la ciudad, en las que durante semanas todo se llena de música y fiesta.
¿Tenéis en Las Palmas de Gran Canaria un reglamento propio de protocolo?
No, en estos momentos no lo tenemos. Hubo uno durante el mandato del alcalde Jerónimo Saavedra. Sé que es positivo tenerlo, pero ahora mismo puedo trabajar como lo estoy haciendo. Tampoco me cierro a que, en cuanto sea posible, se estudie y se proponga un reglamento lo más completo posible.
¿Cuántas horas trabajas al día? ¿Cuántos fines de semana tienes enteros para descansar?
Es difícil decir una cifra, este trabajo es 24/7, no es solo acudir a los actos, también son las llamadas telefónicas a deshoras, los emails… Pero bueno, esta profesión es así.
¿Hay que actualizar el Real Decreto de Precedencias?
Rotundamente sí, necesita una renovación completa. Es un decreto que tiene 40 años y que está basado en un contexto social y político totalmente diferente al actual. No somos el mismo país en ningún sentido.
“El Real Decreto de Precedencias necesita una renovación completa. Tiene 40 años y está basado en un contexto social y político totalmente diferente al actual. No somos el mismo país en ningún sentido”
En general, ¿cómo ves la profesión en España? ¿Estás de acuerdo con que se exija una titulación oficial en protocolo para ocupar puestos de trabajo públicos en esta especialidad?
Por supuesto. Se debe exigir una titulación universitaria. Creo que todavía hay mucho intrusismo en esta profesión, lo que degrada la práctica profesional, al tiempo que coarta una correcta aplicación de lo que hoy entendemos por una práctica protocolaria.
Por cierto, después de varios estudios en Protocolo, también estudiaste el Grado en esta disciplina en la Universidad del Atlántico Medio, en tu tierra. ¿Qué argumentarías si tuvieses que recomendar a los jóvenes estos estudios, esta carrera profesional?
El grado lo terminé a distancia en esta Universidad, la UNAM. Todas y todos mis profesores pertenecían a la UNAM de Madrid, aproveché el año de la pandemia ya que el trabajo había descendido, evidentemente por la situación, y con mucho esfuerzo pude graduarme. Los animo a que estudien lo que les guste y les fascine, tanto si es protocolo como cualquier otra cosa. Si estudian algo que les haga felices, algo que sepan que es su elemento, seguramente terminarán siendo grandes profesionales.
¿Quiénes han sido tus grandes maestros?
Tengo la suerte de que dos de mis grandes maestros fueron primero mis profesores; ahora son grandes compañeros y amigos: Juan José Laforet, que es doctor en Derecho y en Comunicación y diplomado en Protocolo (ahora compartimos administración), y Marco León, un gran profesor de protocolo y la persona que apostó por mí en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, un grandísimo profesional. Y no puedo olvidarme de otro gran maestro para mí, José Rivero, jefe de Protocolo del Gobierno de Canarias desde hace 16 años. Para ellos tres mi reconocimiento, agradecimiento y afecto.