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Inspirándose en los orígenes de Kiehl´s, el equipo de SOMOS Experiences trasladó a Madrid un pedazo del East Village de Nueva York para desarrollar un viaje inmersivo y formativo por los productos estrella de la marca. El espacio Jorge Juan se transformó el pasado mes de septiembre para celebrar Kiehl´s Apothecary Way, un evento experiencial en el que la marca de cosmética americana quería acercar los productos más exitosos a su público objetivo, sin dejar de lado el factor educacional de un correcto cuidado de la piel.
Para ello, los equipos de SOMOS Madrid y Barcelona trabajaron conjuntamente para crear un recorrido interactivo en el que los invitados se sumergían en el universo de la marca a través de diferentes salas que reflejaban los diferentes mensajes de los productos, siempre acompañados por los Skin Pros de Kiehl´s.
Los desafíos de SOMOS Experiences
Desde SOMOS Experiences se ha trabajado en la conceptualización, diseño y producción del evento, creando cada una de las salas, cuidando al mínimo cada detalle. Para ello, se ideó un recorrido en el que, además de entretener, se comunicase y educase sobre la importancia del cuidado de la piel con los tratamientos personalizados.
“El reto que nos propuso Kiehl´s con este proyecto fue crear una experiencia inmersiva que enganchase con el público joven a la vez que aprendían sobre el producto. Nos pusimos a pensar y creamos un Scape Room en el que se descubren los productos de manera interactiva, habitación por habitación, terminando en el Apothecary, que era el reflejo de la nueva decoración de sus boutiques. Buscamos el que el invitado conectase de una forma diferente con la marca”, explica Patricia Cantón, Creative Director de SOMOS Experiences.
Entre los asistentes destacó la presencia de prensa y de influencers, tanto nacional como internacional, así como los clientes más fieles de la marca. Visitaban el espacio en diferentes grupos de no más de 10 personas, pudiendo disfrutar de una serie de actividades como descubrir la tecnología exclusiva de la marca, el diagnóstico de su piel de la mano de un Skin Pro, una sesión de yoga facial o relajarse en una terraza ambientada como un Rooftop de Nueva York. La experiencia única finalizaba con la recogida de su regalo personalizado en la sampling station.