R.P.
Nuestro querido compañero de profesión Ignacio Martínez Suárez acaba de jubilarse como jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Avilés, tras más de cuarenta años trabajando en esta institución, 35 de ellos, en el departamento de protocolo del consistorio asturiano. Nacho, como se le conoce, es una de las grandes referencias de nuestro sector en el área municipal, lo que le llevó a impartir infinidad de clases, charlas y conferencias, e incluso a publicar interesantes estudios al respecto, entre ellos, el libro titulado El protocolo en la administración local, publicado por nuestra editorial, Ediciones Protocolo.
Ignacio Martínez nació en Salinas (Asturias) en 1957. Funcionario de carrera, ingresó en el Ayuntamiento de Avilés, en esta comunidad, en el año 1981 con la categoría de Regente. En el año 1987 pasó a ocupar el puesto de jefe de Protocolo. Entre otras muchas experiencias, cabe destacar que fue miembro del equipo de protocolo de la Fundación Príncipe de Asturias en los años 1992, 1993, 1994, 1995, 1996 y 2003.
Además de la administración local, es experto en protocolo y ceremonial de Estado y en protocolo, ceremonial y organización de actos públicos y empresariales. Ha impartido numerosas clases y conferencias en escuelas de negocios y en centros tan prestigiosos como el Instituto Andaluz de Administración Pública, universidades de Salamanca, Miguel Hernández de Elche y Austral de Buenos Aires, Centro Municipal de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional de Granada y diversas Cámaras de Comercio. Fue ponente en el Congreso Internacional de Protocolo en sus ediciones de 2000, 2001 y 2004 y en el I Seminario Internacional de Protocolo de Quito (Ecuador) en 2004, entre otros muchos.
Por su interés, reproducimos textualmente a continuación el artículo que publicó el periódico de su ciudad, La Voz de Avilés, y que firma C. del Río.
“Nacho ‘el de Protocolo’ del Ayuntamiento se jubila el sábado tras 41 años en la ‘casa’, 35 de los cuales ha estado al frente de las labores de protocolo que ha llevado en solitario durante estas tres largas décadas. Ahora apura los últimos días de vacaciones pendientes antes de entrar en esa etapa dorada en la que será más fácil verle, si cabe, disfrutando de uno de sus puros junto a una copa en cualquiera de sus terrazas habituales y ejercer de abuelo con su nieto Ignacio, ahora con cuatro años. Con su jubilación queda huérfano un servicio ubicado en el último piso del edificio consistorial, junto al departamento de prensa, que ha latido al ritmo marcado por él.
La pasión original de Ignacio Martínez Suárez (Salinas, 1957) fue la música, de hecho formó dúo con Julio Gilsanz en Arus y después cantó con el grupo Barbacoa y con Trafalgar. Probó suerte en Madrid en plena Movida madrileña, pero pronto se dio cuenta de que iba a ser harto difícil hacerse un hueco y decidió regresar antes de que fuera demasiado tarde.
Opositó a varios cuerpos y ayuntamientos, entre ellos el de Avilés, en el que entró como regente en 1981. Tras echar una mano al abogado consistorial Justo Ureña con motivo de la visita de Bob Martínez, gobernador de La Florida, el alcalde Manuel Ponga le dio la oportunidad de estudiar un curso de protocolo. Aquello significó su inmersión en un área profesional en el que ha dado lo mejor de sí y de la que se convirtió en precursor, incluso en referente. Suyo es el libro ‘El protocolo en la administración local’ gracias al cual ganó el Premio Arpas, entregado por la Asociación de Relaciones Públicas y Protocolo del Principado de Asturias, al Mejor Profesional en 2007.
Previamente había realizado un curso de extensión universitaria en Protocolo de la Universidad de Oviedo y continuó su formación aportando desde la experiencia del día a día a una materia tan solo perfilada por un Real Decreto de 1983 que pronto quedó desfasado ante el rápido desarrollo de la administración.
Esas contribuciones y formación autónoma proveyeron a Martínez de una autoridad que le llevó a impartir cursos de protocolo por toda España, Argentina y Ecuador. Fue también profesor en la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid y durante muchos años reservó la última semana de julio para formar a expertos en la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Cinco alcaldes
Ha trabajado para cinco alcaldes en el Ayuntamiento de Avilés. Manuel Ponga fue el primero en depositar la confianza en él, y después llegaron Santiago Rodríguez Vega, Agustín González Sánchez, Pilar Varela y Mariví Monteserín. Su forma de ser y su conocimiento le ha permitido siempre trabajar con ellos en favor de unos actos en los que su labor se tenía que sentir sin que él tuviera ningún protagonismo. Ha ayudado su don de gentes y su gusto por las relaciones fáciles y sencillas.
Ahora que sobre protocolo está todo dicho, su sustituto en la materia lo tendrá relativamente fácil en cuanto a procedimiento. Otra cosa será ganarse el afecto y la simpatía del resto de la plantilla, algo que Nacho Martínez hizo hace mucho tiempo sin darse cuenta. Tan solo siendo como es él”.