JAVIER VILARIÑO TORREIRO, gerente de Relaciones Institucionales y Protocolo de ABANCA, es el protagonista esta semana de nuestra encuesta/sondeo realizada por REVISTA PROTOCOLO entre los más reconocidos profesionales del protocolo y la organización de eventos acerca de las previsiones que tenían a principios de año para el sector en este incierto 2023. Y sus expectativas se están cumpliendo.
1ª. ¿Considera que la crisis que el COVID generó en el sector de los eventos ya estaba prácticamente superada?
Sí. Considero que, tras un largo periodo caracterizado por un relativo miedo a realizar eventos presenciales, el sector de los eventos se ha visto obligado a adaptarse rápidamente a nuevos escenarios para poder mantener su actividad y para dar soporte a las necesidades de las organizaciones en cuanto a la interacción con sus públicos objetivos, tanto a nivel interno como externo. Tras esta etapa caracterizada por las restricciones y por medidas extraordinarias, una vez normalizada la situación, no sólo creo que el sector ha sido capaz de superar la crisis, sino que estoy seguro de que ha salido reforzado y que puede ofrecer una mayor gama de formatos de eventos que puede adaptarse a cualquier escenario y cubrir todas las necesidades que demande el promotor de los mismos.
2ª. Tras el COVID, una guerra, impresionantes subidas en el recibo de la luz y, por tanto, una inflación desbocada. ¿Cómo está afectando ya esta situación a la industria de los eventos?
Indudablemente creo que el contexto económico, político y social que estamos atravesando afecta directamente no solo a la industria de los eventos, sino que también afecta a la sociedad en general. El impacto de la inflación obliga a revisar los presupuestos y los costes de producción de cualquier evento, sea pequeño o grande, puesto que dicho impacto afecta a gastos corrientes como son bienes y servicios de primera necesidad.
3ª. Dadas las circunstancias, ¿qué perspectivas tiene para el año 2023?
Mi previsión de cara al próximo año es optimista puesto que creo que ha habido un notable incremento en el número de eventos que se están desarrollando de forma presencial. Observo que sentimos la necesidad de llevar a cabo actos que se habían aparcado por la pandemia y eso provoca que, bajo mi punto de vista, incluso se esté valorando más la cantidad de eventos que su calidad.
4ª. ¿Alguna propuesta que aportar ante esta situación?
Abogaría por respetar unos estándares mínimos de calidad para no verter sobre el sector una imagen errónea de falta de rigor.
5ª. ¿Saldremos reforzados tras las agonías del COVID y de la guerra en Europa?
Creo que no podemos contestar a esta pregunta porque el periodo actual todavía está afectado por la crisis del Covid que, como comenté anteriormente, parece ya superada y de la cual hemos salido reforzados. No obstante, el conflicto bélico provoca que nos enfrentemos a un escenario de incertidumbre, por lo cual, en mi opinión, sería precipitado prever cómo vamos a salir.