Por JUAN LUIS FUENTE
Tiene una doble vertiente en su vida (la protocolaria y la musical) que la considera realmente como una sola. Para ella, ambas tienen un sólo objetivo: transmitir al espectador un mensaje directo al corazón. Resulta sorprendente, pero, además de las muchas obligaciones protocolarias que tiene en su ayuntamiento, también saca tiempo para disfrutar de su faceta como contrabajista, saxofonista y clarinetista en diferentes agrupaciones musicales, como miembro de la Orquesta Sinfónica y de la Banda Sinfónica Ciudad de Ibiza, como cantante soprano en el Coro Ciudad de Ibiza, como directora de coros… Se trata de Lourdes Roig Roig, jefa de Protocolo y Relaciones Institucionales en esta corporación municipal. Ibiza (“monumental, diversa y luminosa”, remarca”) es la ciudad que adora, la que le vio nacer en 1973 y en donde siempre aspira a vivir rodeada de gente que le aporte. Lleva 29 años de profesión, los suficientes para lucir ese atractivo criterio que tiene de las cosas. En esta entrevista asegura que el protocolo municipal “no está suficientemente reconocido”.
La música es gran parte de tu vida; la otra, el protocolo. Vamos, que esta doble vertiente la considerases como una sola.
Así es, no lo dudo ni un instante. La música requiere formación, entrega, disciplina, compañerismo y todo en aras de encontrar armonía en su conjunto y así transmitirlo al público. ¿Qué diferencia hay respecto al protocolo? Estos mismos términos los podemos aplicar en nuestra disciplina: el Protocolo. Los que nos dedicamos a esta profesión, en cada acto, por pequeño que parezca, buscamos esa armonía: en el espacio, en las personas que intervienen (autoridades y público). Y esto se refleja en cada imagen que se proyecte a la sociedad, tanto en las personas que viven en primera persona este momento, como a través de las redes sociales, medios de comunicación, etc.
Eres ibicenca de raíces profundas. Adoras tu tierra. ¿Cómo te influye esto para ejercer como jefa de protocolo del Ayuntamiento de Ibiza (Eivissa)?
Soy una enamorada de esta pequeña isla del Mediterráneo, referente a nivel internacional de música electrónica y de sus playas, pero también por su menos conocido Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este año celebramos el 25 aniversario de la declaración de cuatro bienes: las murallas renacentistas, la necrópolis fenicio-púnica mejor conservada del mundo, el poblado fenicio de Sa Caleta y la Posidonia Oceánica (planta marina, gracias a su excelente conservación las playas de Ibiza tienen aguas cristalinas y ecosistemas marinos especiales). Esta es la esencia que me tiene enamorada y este año, especialmente, está repleto de actos conmemorativos de esta efeméride: Asamblea del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, Reunión de la Junta Directiva de ICOMOS, conciertos, acto central con invitados nacionales e internacionales,
“Sobre mi personalidad a la hora de hacer protocolo, es cierto que tengo una tendencia al “menos es más”: actos sencillos, con armonía, con sentimiento, respetando las costumbres y poniendo en valor a la Institución”
¿Crees que tienes una personalidad propia como experta en protocolo a la hora de desarrollar tu trabajo?
Creo que todos tenemos nuestra propia personalidad que intentamos transmitir a nuestros jefes y plasmar en los actos, pero no olvidemos que son ellos los que finalmente determinan sus prioridades, pues es su imagen. Es cierto que tengo una tendencia al “menos es más”. Actos sencillos, con armonía, con sentimiento, respetando las costumbres y poniendo en valor a la Institución. Desde protocolo creo que tenemos que crear un ambiente “facilitador”: para el anfitrión, para sus invitados, para los medios de comunicación, para la seguridad del acto, para el público.
Para muchos españoles, Ibiza es una isla que tiene algo especial, paraíso cultural, de ocio, de moda… No cabe duda de que tiene una idiosincrasia muy particular. ¿Cómo afecta esta circunstancia al protocolo que ejerces en tu ayuntamiento?
Ibiza es muy diversa. Su realidad tan transversal hace que la isla sea un destino perfecto, no solo vacacional, sino para organizar eventos nacionales e internacionales: pruebas deportivas internacionales, simposios de gestores culturales y patrimoniales, espectáculos, etc. Personalidades de distinta índole (artistas, chefs, políticos) eligen Ibiza para vivir, para casarse, para montar sus negocios, etc. Esto hace que la maquinaria interior de la isla esté constantemente rodando, más allá del verano estresante que vivimos (o sufrimos) los lugareños. Pero esta sinergia no afecta directamente a la actividad de los actos protocolarios, aunque sí indirectamente a través de los servicios que presta el Ayuntamiento (limpieza, seguridad ciudadana, movilidad, etc.). Cada ciudad debería sopesar su capacidad de carga para mantener su propia esencia e identidad.
También es cuna de artistas de renombre internacional, deportistas, cineastas, etc. Y, por su legado histórico, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Misma pregunta: ¿cómo afecta a tu trabajo?
No necesariamente este mundo de “famosos” incide en los actos protocolarios del Ayuntamiento. Ibiza, bajo el lema de “vive y deja vivir”, es un reclamo para todos ellos, pues les dejamos vivir, lejos del estrés que supone su vida social diaria. En Ibiza puedes estar sentado al lado de Robert de Niro (que tienen un hotel aquí) o de Leonardo DiCaprio o de futbolistas de renombre internacional… y ni nos acercamos… respetamos su intimidad y su desconexión. De ahí, el éxito de la isla. Respecto a nuestro Patrimonio reconocido por la UNESCO, queremos hacerlo más visible, porque es el tesoro más desconocido que tenemos. La gente que nos visita se queda impresionada por la monumentalidad de las murallas, por nuestros fondos marinos… Y nuestra lucha incesante desde el Ayuntamiento en poner este tesoro en valor a través de diversas iniciativas: promoción turística diferenciada, eventos culturales, encuentros entre profesionales de la gestión del patrimonio, etc.
Los jóvenes y no tan jóvenes tienen una especial querencia por Ibiza. ¿Cuánto influye esto en tu trabajo? ¿Tiene Ibiza un protocolo más cercano a la juventud?
Confieso que los JÓVENES me tienen el corazón robado. Desde mi ámbito musical, intento acercar la música a los jóvenes a través de encuentros corales (Voces Jóvenes, etc.). Son nuestro futuro, pero ya nuestro presente. Si no invertimos en ellos, si no los escuchamos, si no nos acercamos… no tenemos nada que hacer. Y no hablo sólo de la música, sino de nuestra profesión: el protocolo. No sólo debemos acercarnos a ellos: tenemos que integrarlos de forma directa en nuestros respectivos trabajos, estudios, inquietudes. Y sobre todo, escucharlos.
¿Cuánto se toman en serio tú trabajo las principales autoridades políticas, económicas y sociales de tu municipio?
Después de 29 años en el Ayuntamiento, creo que la sociedad ibicenca comienza a tener en cuenta el protocolo, más allá de la propia institución. Empresas y otras entidades me piden asesoramiento para sus propios actos. Me alegra verlo y vivirlo, pero hay un enorme camino que recorrer. Y creo que el primer paso es dar visibilidad a nuestra profesión. Protocolo, por naturaleza, debe pasar desapercibido. Debemos ser invisibles. Pero no así nuestra profesión. Personalmente me cuesta muchísimo dar este paso, pues soy persona de “backstage”. Quienes me conocen saben que huyo de las cámaras. Pero creo que ha llegado el momento de hablar de esta profesión y ponerla en valor.
“La sociedad ibicenca comienza a tener en cuenta el protocolo más allá de la propia institución. Empresas y otras entidades me piden asesoramiento para sus propios actos. Ha llegado el momento de hablar de esta profesión y ponerla en valor”.
¿Qué es lo que más duro te resulta a la hora de desarrollar tu trabajo en el ayuntamiento? ¿Cuáles son los principales eventos que organizáis desde tu gabinete de Protocolo del Ayuntamiento de Ibiza, esos que llevan seña de identidad propia para los ciudadanos de tu ciudad?
Lo más duro es la improvisación, las prisas, el montar eventos por montar eventos, la fotografía fácil e inmediata. Creo que hay un mínimo que debemos respetar: analizar cada evento, objetivos a cumplir, recursos disponibles, personas implicadas. Esto que parece tan obvio que se debería cumplir, te aseguro que es casi el día a día. Y creo que este sentir es demasiado común entre mis compañeros de profesión. Por otro lado, a veces faltan recursos propios para organizar determinados actos y debemos recurrir a la contratación de empresas externas (escenarios, megafonía, pantallas, etc.). Invertir en protocolo es ahorro.
¿Tenéis en Ibiza un reglamento propio de protocolo
Tenemos un reglamento de protocolo y ceremonial que creo que ha sido de gran utilidad, pues he vivido muchos cambios políticos y gracias a él se han mantenido actos, usos y costumbres. Creo que es una herramienta útil para todos los ayuntamientos, pues van más allá de los deseos o arbitrariedad de la personalidad que está en ese momento. Pero no es una norma encorsetada. Se puede modificar, ampliar y da margen de adaptación al momento. Mi referente fue el Reglamento del Ayuntamiento de Aranjuez, cuyo exjefe de Protocolo y actual presidente de la Asociación Española de Protocolo, Ramón Peche, es un gran experto.
¿Crees que el protocolo municipal tiene el reconocimiento que se merece?
En general, creo que no se le reconoce suficientemente, siendo la institución que posiblemente más actos protocolarios organiza anualmente. ¿Cuántos actos oficiales organiza el Congreso, una comunidad autónoma, una Diputación? Te aseguro que un Ayuntamiento organiza decenas, y me quedo muy corta: firma de convenios, inauguraciones de exposiciones, presentaciones de libros, entrega de premios deportivos, galas de gastronomía, de cultura, de deporte, fiestas patronales, entrega de medallas de oro de la ciudad, visitas oficiales, actos conmemorativos de aniversarios, homenajes, etc., etc.,
“Debemos dar más visibilidad a nuestra profesión y profesionalizarla (valga la redundancia) a través de los estudios oficiales que se ofrecen ¿Por qué se contratan a personas sin formación en protocolo?
Actualmente eres miembro de la delegación balear de la Asociación Española de Protocolo, y vicepresidenta segunda de ella a nivel nacional. ¿Cuál es la gran labor de esta importante institución? ¿Cómo ves el asociacionismo en nuestra profesión?
Como decía anteriormente, creo que debemos dar visibilidad a nuestra profesión y profesionalizarla (valga la redundancia) a través de los estudios oficiales que se ofrecen. A nadie se le ocurriría contratar a una persona para construir una casa si no es arquitecto o iría a un hospital si no hay médicos ¿Por qué se contratan a personas sin estudios en protocolo? Creo que la unión hace la fuerza y, aunque existen distintas asociaciones nacionales o locales, debemos ir de la mano, tender puentes y velar por unos mismos objetivos. Yo soy persona de sumar y unir. Y bajo esta premisa, siempre me encontraréis. Tenemos la labor de que las instituciones de las que depende esta decisión sean conscientes de tal necesidad, reconozcan nuestro trabajo y así lo requieran en los puestos de trabajo. Esto revertirá no sólo a nivel institucional, sino también empresarial y de formación.
¿Qué puede decir de las relaciones institucionales?
Hay una parte importante en nuestro trabajo que se suele obviar y es de vital importancia. Pues muchas veces, gracias a las buenas relaciones que tenemos con nuestros colegas de protocolo de otras instituciones o entidades, todo fluye mejor. Ante cualquier imprevisto o problema, la solución es fácil e inmediata. A lo largo del año, intentamos quedar de forma informal para hablar de nuestro trabajo, de problemas que nos hemos encontrado en determinadas situaciones, de propuestas de mejora. Lo que se habla alrededor de la mesa, allí se queda. Es un pacto de colegas y nos respetamos al máximo.