NAYRA SANTAMARÍA
El pasado sábado día 12, la industria cinematográfica viajó hasta Valencia para celebrar uno de los eventos más importantes del sector. La 36 edición de los Premios Goya volvía a su formato natural, con el uso de mascarilla obligatorio y pruebas de antígenos para todos los que formaron parte de la ceremonia, pero sin distancias de seguridad y en un formato totalmente presencial.
Los invitados a la gala pudieron desfilar por una imponente alfombra roja que se abría paso en el corazón de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con el Palau de les Arts como fondo principal. Al caer la noche, la iluminación hacía brillar todavía más la escenografía exterior, muy sencilla con un “cabezón” que fue el anfitrión perfecto al final de alfombra, el cual presenció a todos los nominados, artistas e invitados a la ceremonia. El equipo de protocolo fue el encargado de organizar el descoche y velar por el cumplimiento del recorrido de las celebrities. Una vez pasada la alfombra, eran acompañadas hasta la mesa de acreditaciones para entrar al Palau y comenzar su recorrido por el photocall. Además, un grupo de afortunados pudo vivir este paseo en directo ya que se habilitó una zona para público general, pudiendo ver de cerca a sus ídolos e, incluso, sacarse fotos con ellos siempre respetando todas las medidas de seguridad.
Una jornada mágica, con una mascletá que dio inicio a la gala y unos fuegos artificiales que pusieron punto final a una noche histórica para la comunidad valenciana, donde la película “El buen patrón” fue la ganadora absoluta de esta edición.

Antecedentes
Desde hace 36 años, los Premios Goya son los galardones otorgados de forma anual por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, desde que en marzo de 1987 en el Teatro Lope de Vega de Madrid tuvieran sus inicios como forma de premiar el trabajo realizado en esta industria, dándole así un impulso social a través de la visibilidad de las obras.
Su nombre da referencia al pintor Francisco de Goya, que según cuenta la Academia de cine, «Goya había tenido un concepto pictórico cercano al cine y varias de sus obras más representativas tenían un tratamiento casi secuencial». Por otro lado, es un nombre corto, fácil de recordar y que emula a otros premios del sector como los Oscar o los César.
Año tras año, han ido sumando categorías a sus premios, incorporando animación, cortos y este año, por primera vez, la categoría internacional con Cate Blanchett como galardonada, la cual también acudió a Valencia creando una expectación digna de una estrella de Hollywood.

El evento
A las 17:30 horas arrancó la alfombra roja exterior de los premios, donde pudimos ver a grandes personalidades del cine y de las artes como Penélope Cruz, Pedro Almodóvar o C. Tangana. Una vez dentro del Palau, los artistas y nominados desfilaron por el photocall, donde les esperaba la prensa de todo el país dispuestos a captar las primeras impresiones del momento. Más de cincuenta personalidades influyentes se pusieron delante de los focos, incluso autoridades de primer nivel como el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, acompañado por la vicepresidenta Yolanda Díaz. La organización y ejecución fue perfecta, siguiendo la escaleta que a pesar de algunos retrasos se cumplió en tiempo y hora.
A las diez de la noche daba comienzo la 36 edición de los Premios Goya retransmitida en directo por TVE, con todos los invitados ya sentados en sus asientos con un seating intachable, uno de los puntos más importantes del evento debido a la gran importancia de este año con la conexión en directo ya que arrancaba la obertura desde el propio patio de butacas. El equipo de protocolo de sala tuvo que sentar a más de quinientas personas en cuestión de minutos, todo un trabajo de coordinación, temple y experiencia para que la conexión con Torrespaña fuera todo un éxito.
La escenografía y puesta en escena fue muy sencilla respecto a otras ediciones. Cuatro pantallas led de gran formato creaban juegos audiovisuales predominando la nula presencia de materiales efímeros, siendo así un evento más sostenible. Para algunos shows como el del artista C. Tangana, el equipo de producción realizaba un montaje en tiempo récord introduciendo al espectador en un nuevo escenario. Los micrófonos de entregadores y ganadores respetaban la distancia de seguridad, en ningún momento se juntaban dentro del escenario como protocolo sanitario. El Goya estaba situado en una peana esperando a ser recogido por su ganador, el cual era depositado durante la emisión del vídeo de nominados por un responsable de la Academia. Detrás del escenario, se microfonaba a los artistas en un espacio acotado por su seguridad, al tener que estar sin mascarilla se reducía al máximo la relación con el resto del personal allí presente. Contacto cero para rebajar la posibilidad de contagio en el evento, demostrando una vez más que la cultura es segura.
Desde el backstage se organizaban los sobres y las estatuillas bajo la atenta mirada de un notario, que acreditaba cada uno de los pasos que seguía el equipo de producción. Una vez que el ganador salía con su premio, este iba al set de Instagram situado justo detrás del escenario hasta llegar al photocall de ganadores donde volvía a estar la prensa presente en los primeros momentos de emoción de los galardonados. Una vez realizado el recorrido de prensa, volvían a su asiento acompañados por el equipo de protocolo de los premios.

Otra de las novedades este año fue que la gala no estuvo conducida por ningún presentador/a. El evento arrancaba con la actuación musical de Cristina Castaño, Bebe y Jedet desde sus asientos, bajando por los pasillos centrales y creando un “efecto wow” entre los allí presentes. La gala siguió una escaleta donde los entregadores salían directamente a escena, presentaban los premios y tras ello, ocurría una actuación musical. Esto hizo que todo el evento siguiera un mismo patrón.
Entre los entregadores más destacados se contó con la presencia de Álvaro Morte, Ana Millán o el valenciano Arturo Valls, que además recibió un premio Goya por su participación en el corto ‘Tótem loba’, dirigido por Verónica Echegui. En cuanto a los artistas musicales, el dueto que más brilló fue el de Joaquín Sabina con Leiva, rigiéndose como un acontecimiento histórico dentro de los premios. C. Tangana presentó canción y Luz Casal puso la voz al “In Memoriam”, uno de los momentos más emotivos de toda la noche.
Más de tres horas en directo, con treinta categorías donde se incluye el Goya de Honor que este año lo recibió el gran José Sacristán y el Goya Internacional para Cate Blanchett. La foto de familia incluyó a caras nuevas como Blanca Portillo que tras más de veinte años de trayectoria recibió su primer cabezón y a caras más conocidas como Javier Bardem, que está también optando a los Oscar. La gran galardonada de la noche fue la película de Fernando León de Aranoa, “El buen patrón”, con seis premios en total.
Valencia ha hecho historia con una edición repleta de novedades, con un escenario de ensueño, con alta presencia de artistas internacionales del panorama hollywoodense y clausurando la gala la gran Angela Molina. Sin duda esta edición pasará a la historia como una de las más internacionales y novedosas en años. Además, los alumnos del Instituto Superior de Protocolo y Eventos ISEMCO pudo realizar acciones formativas durante la gala y los días previos, viviendo en directo la ejecución, organización y coordinación de uno de los eventos más importante de la industria de nuestro país.
Curiosidades
- 30 categorías de premios.
- 8 artistas musicales.
- 3 horas de gala en directo.
- 950 invitados.