JUAN LUIS FUENTE
(Entrevista publicada en esta misma página el 23 de diciembre de 2021 y queahora ofrecemos también para descargar en versión PDF)
Es un fanático de los eventos a los que consagra casi todos los minutos de su vida sin poder evitarlo. Para él, la mayoría de las cosas que le rodean se relacionan con ellos. Incluso cuando lee temas de sociedad, de comunicación, de cultura, de moda, de relaciones humanas, de marketing… todo le conduce a los eventos, no lo puede evitar. Aunque la gran mayoría de las personas cree que es francés, lo cierto es que nació en Barcelona (en 1969), si bien es cierto que a los cuatro años se fue al país vecino, en donde vivió hasta los treinta. Es Eric Mottard, cofundador y consejero delegado de Grupo Eventoplus, una marca que en poco más de dos décadas (nació en el año 2000) se ha convertido en referencia en el sector MICE. Eric creció en Lyon (“una ciudad muy agradable”), en la que vivió (como decíamos) desde los cuatro años y donde disfrutó de una infancia feliz en una familia que él mismo califica de “preciosa”. Y regresó con la treintena a su Barcelona natal para quedarse definitivamente e iniciar, junto con sus socios, una carrera de éxito. Con unos locos que montaron aquella empresa que empezó siendo una gran guía de proveedores para, poco después, ir añadiendo proyectos permanentemente a su actividad diaria: pronto nació ‘eventos Magazine’ (en 2005) y después vendría el resto: estudios anuales de mercado sobre el sector, la feria ‘evento Days’, informes sobre el poder del incentivo, sobre los impactos de los eventos, sobre el futuro del event manager, conferencias, guías de agencias, de espacios, de eventos virtuales… Casado y con dos hijos y una hija (“¡lo mejor de mi vida!”), estamos ante un hombre muy introvertido a quien también le entusiasma la belleza de la conexión humana (“con el subidón emocional que aporta”). Es inconformista e incapaz de descansar. Tal vez por ser un tipo inmensamente curioso, para él una cualidad intelectual esencial que además intenta cultivar. Su apuesta por los eventos presenciales es más que evidente: “Un evento online es como un vídeo en youtube, pero el presencial se quedará, sin duda”
A usted que se dedica al sector MICE, ¿qué le sugiere la palabra “protocolo”?
Cosas buenas y otras menos buenas, el viejo tópico. Buenas: que esta disciplina permite aportar claridad, sentido, orden, lógica a muchos detalles importantes de los eventos, simplificándolos y mejorándolos. La menos buena es el tópico de rigidez, de obsesión por las formas y de atención excesiva a temas de deferencia, órdenes, formas de hacer las cosas que pueden quitar espontaneidad. Creo que muchos profesionales del protocolo no merecen este tópico, no caen en este excesivo formalismo, pero los tópicos tardan en desaparecer.
Ya sabemos que un fanático de los eventos, pero no los organiza. Se dedica a conectar, a inspirar, a evocar, a informar a los profesionales… Y le ha ido bien. ¿Cuál ha sido la clave de Eventoplus?
No todo ha sido éxito. Hemos cometido muchos errores y fallado en muchas cosas, y seguimos teniendo que luchar cada día. Creo que nuestro mérito ha sido considerar que lo que hacíamos era importante y se tenía que cuidar mucho. Cada profesional que lee un artículo nuestro o viene a un evento, aunque no nos pague, nos da su tiempo y esto vale mucho; tenemos la responsabilidad de ayudarle, aportarle un valor que le ayudará a ser más profesional. Por ello, nunca hemos vendido el contenido, valoramos el trabajo editorial (plantilla propia desde el principio, que es absolutamente esencial y lo queremos controlar, “no comprar artículos de free lance…”). También este “fanatismo” que comenta es importante: nos parece que los eventos son una maravilla, una herramienta valiosísima, y queremos ayudar a que sean reconocidos y bien aprovechados. Finalmente, siempre hemos querido acompañar a la comunidad de los profesionales de eventos, estar en contacto muy estrecho con ellos, les entendemos y respetamos. Esto es lo que intentamos hacer bien. Luego hemos fallado mucho porque somos muy lanzados. De momento estos errores no nos han matado, sino que nos han hecho mejorar. ¡Que siga así!
“En Eventoplus hemos cometido muchos errores y fallado en muchas cosas porque somos muy lanzados. De momento estos errores no nos han matado, sino que nos han hecho mejorar. ¡Que siga así!”
¿Cómo nació Eventoplus? ¿Una idea loca de tres socios apasionados? ¿Qué espacio querían ocupar entonces?
Se lanzó en el año 2000 como un puro portal de internet con la idea de informar a los profesionales de eventos, conectarles con los recursos que necesitaban y ayudarles a mejorar en su trabajo. Esta misión no ha cambiado. Incluso hemos ampliado canales (de portal a boletín, a revista, a premios, a una feria, conferencias…), pero la esencia sigue siendo la misma.
Después de veinte años de recorrido, ¿cómo se le quedó el cuerpo cuando en marzo de 2020 nos quedábamos confinados? ¿Cuánto temió por la subsistencia de su empresa?
Es cierto que sentí preocupación, pero tengo que confesar que simplemente nos centramos en adaptar nuestra actividad y no he tenido muchas noches sin dormir (¿quizás por inconsciencia?). Mantuvimos todo el equipo con ERTE parcial (nadie al 0%, nadie al 100%) porque el equipo era esencial y no queríamos ni despedir a profesionales dedicados, ni hacer que determinada gente estuviera meses en casa sin conexión con la empresa. Esta situación siguió así hasta principios de septiembre cuando sacamos a todo el mundo del ERTE, por fin, lo que nos permite tener hoy un equipo increíble sin necesidad de reconstituirlo. Adaptamos nuestra estrategia a más aspectos online, seguimos con una actividad editorial frenética, organizamos 62 webinars informativos. Creo que hemos acompañado mucho a una comunidad dolida que lo ha apreciado. Pero para quitarnos mérito, siendo un medio de comunicación sectorial, éste era nuestro papel de una forma bastante evidente…
Inmediatamente, nos fuimos todos a Zoom buscando la salvación. ¿Y nos reinventamos? ¿Fue el momento del drástico cambio en el sector? ¿La presencialidad volverá a ser lo que era?
Es difícil que nuestra preferencia personal no influya en la respuesta a estas preguntas… En todo caso me parece que el balance de este año y medio largo es que se pueden hacer muchas cosas online, conectar con mucha gente, tener reuniones o sesiones de trabajo, enviar un mensaje a miles de personas. Pero es difícil que se cumplan los objetivos reales, profundos de los eventos: motivar, emocionar, crear comunidad, ser memorables, hacer vivir una experiencia, incluso crear un networking ágil. No dudo de que lo online tendrá mucho protagonismo ahora, pero me parece que no amenaza a los eventos y a su increíble capacidad de cumplir dichos objetivos. Será un complemento muy valioso, sustituirá eventos que no tenían que existir porque no cumplían estos objetivos importantes y ampliará su difusión. Pero un “evento online” es más parecido a un vídeo en youtube que a un evento presencial de verdad. Este quedará, sin duda alguna.
Es obvio que su mundo es el sector MICE. ¿Por qué este camino?
La verdad: casualidad. Me he enamorado de este sector después de entrar en él. ¡¡¡Pero hoy estoy loco perdido!!!
¿Nunca le tentó el ámbito institucional? El MICE y el protocolo oficial también tienen relación…
Sinceramente, no lo he pensado mucho. Tienen relación, pero nunca me he ocupado demasiado en entenderlo a fondo.
“MPI es la gran asociación global del MICE; era vital que estuviera en España, donde tiene un capítulo importante y muy activo. Hay muchas asociaciones más específicas. De hecho, hemos pasado de no tener asociaciones a que haya casi demasiadas”
Usted fue en 2006 el primer presidente del chapter español del MPI (Meeting Professionals International), la mayor asociación MICE de profesionales de eventos y reuniones del mundo.
MPI es la gran asociación global de este sector y era vital que estuviera en España, donde tiene todavía un capítulo importante y muy activo. Hay muchas asociaciones más específicas. De hecho, hemos pasado de no tener asociaciones a que haya casi demasiadas. Cada una tiene que encontrar su valor. Pero una asociación global como MPI tiene mucho sentido como punto de networking y profesionalidad que une a todo tipo de profesionales… además con la apertura internacional que esto permite al ser una asociación global.
¿Qué perspectivas se presentan en el sector MICE después esta pandemia?
El darwinismo existe y la obsesión por el valor añadido de cada evento es una condición de nuestro éxito/supervivencia colectiva. Seremos más relevantes que nunca en una sociedad de la “economía de la experiencia”, la “economía de la atención”, la comunicación integrada donde lo experiencial se vuelve casi central. Pero para esto no podemos decir: “Hagamos un evento porque toca”; tendremos que ser estratégicos y exigentes.
Hay tres grandes clásicos en su empresa: los estudios anuales de mercado en el sector, las ferias evento Days y los Premios Eventoplus. Sobre los primeros, ¿cómo sintieron la necesidad de que el sector dispusiese de datos que no existían hasta que ustedes empezaron a hacer estos estudios?
Un sector de actividad es un ser vivo que evoluciona, y no podía ser que algo tan grande apenas tuviera investigación de mercado y de tendencias. Nos parecía que la responsabilidad de un medio era realizar este tipo de investigación. Es un ejercicio que me apasiona, que me permite entender mejor el mercado y comprobar lo dinámico e innovador que es.
El pasado mes de abril presentaron el último que llamaron “Estudio de mercado 2021: una nueva era”, ¿Ya todo va a ser definitivamente distinto?
Creo que la increíblemente rápida digitalización que hemos vivido, el cambio de la relación a la presencialidad (trabajo híbrido), la innovación en herramientas de conexión a distancia supone un punto de inflexión, sí. Pero probablemente completará y enriquecerá el evento más que sustituirlo. Ya no podemos pensar que éste sea una isla de un día: tiene que ser el centro de un proceso que empieza antes, acaba después del día D y que implica a gente más allá de la sala.
«¿Las ferias pasadas de moda? A nuestra sociedad le encanta “enterrar cosas”. Por mucho internet que tengamos, está claro que vernos ayuda mucho a hacer negocios, y la feria ‘evento Days’ permite este componente”
Sobre sus ferias ‘evento Days’, cuando muchos las veían como algo pasado de moda, ustedes las sacan a bombo y platillo, eso sí, con formatos y estilos distintos.
A nuestra sociedad le encanta “enterrar cosas” y decir que tal o cual objeto (las ferias, por ejemplo) han muerto. Por mucho internet que tengamos, está claro que hacemos negocios entre personas, que vernos ayuda mucho a hacer negocios y ferias como ‘evento Days’ permiten este componente de comunicación directa y de relación. Puede ser un encuentro de todo un sector, una actualización sobre sus novedades absolutamente valioso. Pero no puede descansar, tiene que innovar, incluir más tecnología para actualizarse o buscar contactos, buena formación, una dimensión experiencial. Una feria no es una exposición de productos sino todo un ecosistema de experiencias, de formaciones, de descubrimientos, de momentos de networking…
Y los Premios Eventoplus, ¿qué representan para el sector?
Permiten reconocer las mejores prácticas, pero probablemente, sobre todo, difundirlas, transmitir las cosas buenas que se hacen. Y facilitan a todo un sector sacar pecho y darse cuenta de lo que consigue. Es una herramienta de profesionalización esencial.
En su actividad también son un clásico los proveedores, palabra que tendrá especial relevancia para usted, sin duda, porque fue con lo que empezaron…
Un organizador es bueno en función de cómo sean sus proveedores, los auténticos especialistas que en muchos casos aportan innovación, solucionan problemas y ayudan a encontrar ideas que cumplan el objetivo. No cabe duda de que, implicándoles desde el principio, permitiéndoles aportar sus sugerencias, se puede conseguir que aporten mucho a los eventos. La expresión “partners, no proveedores” parece un tópico, pero creo que esta noción es importante.
“Un organizador es bueno en función de cómo sean sus proveedores, los especialistas que en muchos casos aportan innovación, solucionan problemas y ayudan a encontrar ideas que cumplan el objetivo del evento”
Su empresa no es ajena al mundo de la formación. ¿Qué importancia tiene para usted en nuestro sector?
Fundamental, y aquí fallamos a menudo: mucha gente ha aprendido solo a base de hacer más que estudiando claves, métodos, herramientas, estrategias… Sigue siendo un tema en el que tenemos que mejorar.
¿Cree que debería ser obligatoria una titulación para ejercer nuestra profesión como organizadores?
Es algo que me parece muy complicado. Organizar eventos es hacer cosas tan variadas (un congreso o un incentivo tienen problemáticas muy diferentes) que será difícil que quepa todo en un título. Y es una actividad que no ha tenido certificación y ha funcionado. O sea, me parece deseable en teoría, pero veo complicado que llegue a ser obligatorio por ley.
¿Se ve estudiando protocolo?
Seguro que me faltan muchos conocimientos en este campo. ¡Preparaos, que llego a los bancos de sus aulas!
Hasta hace un par de décadas, en las grandes compañías mandaban los imponentes presupuestos en campañas de publicidad. Pero después se consolidaron los eventos como herramienta de comunicación con partidas más discretas ¿La publicidad convencional ha perdido fuerza?
La publicidad no ha muerto, no deja de ser lo que permite crear grandes marcas conocidas en todo el planeta y materializar un posicionamiento en una creatividad que todos pueden entender. Pero los eventos aportan una segmentación absoluta, aspectos memorables, materializan la experiencia de la marca (cuando las marcas son cada vez más experiencias), contribuyen a la querida relación, permiten generar datos y contenidos. Son una herramienta que bien aprovechada tiene poderes increíbles.
¿Pero todo esto tiene relación con la anterior crisis? El hambre agudiza el ingenio…
No creo que esto venga de la crisis o del hambre. Simplemente, de que los eventos tienen una efectividad extraordinaria.
¿Su radiografía actual sobre el sector en España?
De forma resumida (que la pregunta es complicada): creo que el sector cuenta hoy con una calidad altísima. Tenemos muy buenas agencias y proveedores, destinos preparados y bien conectados, una eficacia de servicio que francamente creo que no se ve en muchos sectores. Solo debemos luchar contra cierto conservadurismo, abrazar la tecnología, obsesionarnos con el resultado que buscamos con cada evento…
“Nuestro sector en España goza de una calidad altísima. Tenemos muy buenas agencias, proveedores y destinos. Solo debemos luchar contra cierto conservadurismo, abrazar la tecnología, obsesionarnos con el resultado de cada evento”
¿Aquella Barcelona moderna (ahora un poco de capa caída) o el nuevo Madrid que arrasa? ¿Cómo está afectando el independentismo al sector en Cataluña?
Madrid vive un momento dulce; Barcelona uno más complicado. Es evidente que la incertidumbre y el enfrentamiento no son positivos para actores internacionales que toman decisiones, pero no estoy preocupado por Barcelona, que sigue siendo una ciudad increíblemente atractiva para eventos. Personalmente, solo me alegro de que tengamos dos ciudades extraordinarias y que las dos cuenten todavía con un potencial increíble por la calidad de su experiencia, sus conexiones, su clima, su relación calidad/precio, el nivel de servicio que tiene su sector MICE…
¿Terminaremos dando las gracias a esta pandemia por hacer que muchas empresas “espabilaran” ante los nuevos avances tecnológicos en el sector?
No sé si daremos las gracias… pero habrá sido un resultado positivo, sin duda.
Y ahora el metarverso. ¿Cómo serán los eventos del mañana?
Tenemos que estar abiertos ante este tipo de innovación. No me gusta esta palabra que hace parecer que viviremos como un avatar en Rerady Player One, cuando creo que esta experiencia de verdad no la viviremos hasta dentro de un par de décadas. Lo que está claro es que los profesionales de eventos se tienen que interesar mucho por estas herramientas, saber cómo la conexión y experiencia compartida entre personas vía internet se enriquecerá mañana.