JUAN LUIS FUENTE
(Entrevista realizada y publicada en esta misma página el 14 de octubre de 2021 y que ahora ofrecemos también para descargar en versión PDF)
De una forma u otra, su actividad profesional siempre ha estado ligada a aspectos de la comunicación. Además de colaborar en el mundo de la radio en sus inicios, pronto se inició en protocolo y la organización de eventos trabajando en el Fórum de las Culturas de Barcelona en 2004. A partir de ahí, desarrolló su carrera profesional en Fira Barcelona donde adquirió conocimientos transversales centrados en la vertiente operativa, además de combinarlo con colaboraciones docentes. Hablamos de Carlos Moreno Clemente (Barcelona, 1982), Doctor en Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas, profesor en diversas universidades sobre materias de nuestro sector, investigador y, por supuesto, organizador de eventos. Es un event manager diríamos que multidisciplinar con el carácter típico de una persona inquieta y curiosa con permanentes ganas de aprender, de ir siempre más allá. Quizá por ello eche de menos determinadas clarificaciones teóricas sobre el sector. Hasta el punto de considerar que en esta profesión “falta por definir qué es un evento y consensuar qué tipologías existen, lo que complica también su marco regulatorio, algo que hemos padecido ahora cuando el sector se ha visto afectado por el Covid-19”. En lo personal, su gran pasión es viajar, conocer de primera mano otros lugares y culturas. Una persona muy interesante que en lo más íntimo vive con la aspiración de ser siempre el apoyo necesario para su familia.
Persona inquieta, curiosa y multidisciplinar, ¿verdad?
Ciertamente, siempre tengo ganas de aprender, algo que hoy en día resulta más fácil gracias a las nuevas tecnologías. ¡Ahora ya solo nos falta disponer del tiempo!
Vayamos por partes. ¿Qué le une a la organización de eventos?
Además del hecho de disfrutar como asistente y participante, gran parte de mi carrera profesional ha estado y sigue estando plenamente dedicada al sector.
¿Cómo fueron sus inicios en el sector?
La primera experiencia en el Fórum de las Culturas consistió en desarrollar y producir parte de la comunicación sonora del evento. Puede parecer trivial, pero me hizo ver lo importante que era la comunicación en la parte operativa de un gran evento, además de despertar mi interés por este tipo de encuentros.
También hay un periodista dentro de usted.
Bueno, digamos que desde bien pequeño siempre me interesó la radio y, en general, la comunicación. Seguramente eso me acabó llevando a licenciarme en Comunicación Audiovisual en la Universitat Pompeu Fabra en un periodo en el que también tuve ocasión de colaborar en diversos medios. Años más tarde, también obtendría el título de Doctor en Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid.
¿Qué es lo que más le entusiasma de nuestra industria?
Creo que hay algo este mundo que te engancha o que hace que lo abandones: no hay un evento igual. Esto supone un reto cambiante que solo se supera con el trabajo en equipo, la planificación y, a veces, la improvisación. He trabajado en diferentes áreas, casi todas centradas en aspectos operativos, siempre con el foco puesto en proporcionar la mejor experiencia para el asistente.
Es Doctor en Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas. Vamos, lo suyo es la comunicación en los eventos. Dicho esto, y con todo lo vivido y aprendido en la pandemia, ¿eventos presenciales, online o híbridos?
Permítame que le responda con un ‘depende’. Creo que la pandemia nos ha empujado a todos hacia lo digital en muchos aspectos, obligando a empresas e instituciones a pisar el acelerador tecnológico. A su vez, también hemos visto el valor de estar cerca, la importancia de comunicarnos cara a cara y la necesidad de vivir experiencias ‘tangibles’. Si lo traspasamos a los eventos, cada responsable de ellos debe reflexionar acerca de su estrategia; quizá es el momento para que algunos aprovechen la digitalización para reconvertirse y adaptarse. Dicho esto, sigo creyendo que gran parte del potencial de un evento radica en la presencialidad, ya que favorece una experiencia con los cinco sentidos, aunque también es algo a lo que la tecnología se va acercando poco a poco…
También es profesor colaborador en diversas universidades centrado en materias de protocolo y eventos. ¿Qué importancia tiene la formación para trabajar en el sector?
Considero que es el paso siguiente al interés que algo puede despertar en uno mismo. Gracias a la formación podemos conocer mejor cómo son los eventos y el protocolo, descubrir realmente qué áreas o aspectos son los que nos resultan más atractivos y, por último, completar el proceso formativo viviendo la experiencia desde la parte más práctica. Existen otras profesiones donde esta parte experiencial queda más alejada durante la formación; aquí podemos observar y aprender durante todo el proceso formativo y eso lo hace más atractivo.
“Gracias a la formación podemos conocer mejor cómo son los eventos y el protocolo, descubrir realmente qué áreas son las que nos resultan más atractivas y completar el proceso de aprendizaje viviendo la experiencia desde la parte más práctica”
Imparte asignaturas relacionadas con la organización estratégica, la planificación operativa y la seguridad. ¿Qué es lo más relevante de ellas?
Entender que no valen los reinos de taifas. Que un evento es un puzle complejo donde cada pieza cuenta, todas deben encontrar su sitio permitiendo que las demás encajen con ella. De nada sirve un evento bien planteado en cuanto a objetivos si no tiene en cuenta aspectos que operativamente lo hacen inviable o bien se ve empañado por un fallo de seguridad.
¿Lo más difícil de un evento?
Completar el puzle o, dicho de otra manera, conseguir que todos los instrumentos de la orquesta suenen en armonía cuando llegue el momento, ¡siempre con el exigente público presente!
Como comunicador y como organizador, dígame con sinceridad: ¿quién manda más en la confección y desarrollo de actos, los medios de comunicación o los jefes en protocolo y eventos, que son quienes realmente organizan?
La responsabilidad de un evento es del organizador y, por tanto, debe ser quien lleve la batuta. Por otra parte, existen muchos actos donde su protocolo y su organización llevan el mando y donde ni tan siquiera están los medios. Ahora bien, los eventos tienen objetivos y, en muchos casos, los medios de comunicación son clave para poder lograrlos, ya que permiten llegar a muchos públicos, además de generar reputación e incluso beneficios económicos. Pensemos, por ejemplo: ¿serían igual los grandes eventos deportivos sin los medios de comunicación y los derechos audiovisuales?
Actualmente es miembro del Observatorio Científico de Eventos. ¿A qué se dedica y cuáles son sus objetivos?
Este Observatorio parte de la Asociación Científica Icono 14, encabezado por la Dra. Olga Sánchez. La carencia de datos y estudios sobre aspectos centrados en el sector respecto a la comunicación, el protocolo y la seguridad dieron impulso a la idea. Junto con instituciones públicas y entidades privadas se han desarrollado encuentros, sesiones formativas y estudios de investigación, el más reciente, sobre la situación actual y problemáticas de los profesionales de la industria cultural, de eventos y espectáculos.
“Nuestro Observatorio Científico de Eventos parte de la Asociación Científica Icono 14. La carencia de datos y estudios sobre aspectos centrados en el sector respecto a la comunicación, el protocolo y la seguridad dieron impulso a la idea”
También es codirector del Congreso de Comunicación y Seguridad en Eventos.
Se trata de una oportunidad para juntar a profesionales e interesados en la comunicación, los eventos, el protocolo y la seguridad en el marco de un congreso universitario. En los inicios parecía difícil juntar perfiles tan diferentes, pero creo que el congreso se ha acabado convirtiendo en un referente gracias a demostrar la transversalidad y la necesidad de abordar estas temáticas para facilitar el aprendizaje conjunto.
¿Qué concepto tiene del tradicional jefe de protocolo? ¿Lo ve muy tradicional y anclado en boatos o cree que va con los nuevos tiempos que corren y que reclamarán las nuevas generaciones?
Cada vez oigo menos la expresión “Esto se ha hecho siempre así”. Sin olvidar lo que la tradición representa, todos los profesionales que forman parte de un evento saben de la necesidad de adaptarse. Y la adaptación no va de preferir un email a un bloc de notas, sino de entender que las cosas deben hacerse poniendo al asistente en el centro para lograr un evento exitoso y atractivo.
¿Cómo ve el futuro de nuestro sector? ¿Animaría a los jóvenes a formarse en protocolo y organización de eventos para dedicarse a esta industria?
Por supuesto, a cualquiera que sienta esta curiosidad le animo a formarse y a formar parte lo antes posible de un evento para poder descubrir todas las piezas del puzle. Si me permite un poco de humor, casi desde los albores de la Humanidad tenemos eventos, ya sean ceremoniales y rituales, reuniones de tribus, espectáculos en la antigua Roma y así hasta la Super Bowl o los webinars en pandemia. ¿Puede haber más garantía de futuro para el sector?
¿El futuro de nuestra profesión? Si me permite un poco de humor, casi desde los albores de la Humanidad tenemos eventos, ya sean ceremoniales y rituales, reuniones de tribus, espectáculos en la antigua Roma y así hasta la Super Bowl o los webinars en pandemia. ¿Puede haber más garantía de futuro para el sector?
¿Qué me puede decir del binomio Barcelona/eventos, su Barcelona?
Una ciudad como ésta es capaz de albergar múltiples tipologías de eventos, desde actos más reducidos hasta grandes citas internacionales. Por tanto, se requiere esa habilidad para adaptarse al evento, entender qué es lo que pretende conseguir, cómo son sus asistentes y cómo proporcionar las mejores alternativas. Ese acompañamiento al organizador y al asistente, desde su llegada hasta su partida, es esencial para que perciba un servicio de calidad y quiera repetir. Para ello, la unión de lo público y lo privado en pro de apoyar al sector es esencial.
La seguridad en nuestra profesión es uno de los principales pilares. ¿Cómo estamos en esta materia?
En los últimos años hemos podido comprobar, desafortunadamente, que cuando ese pilar se tambalea los eventos sufren las consecuencias. Desde el terrorismo hasta la inestabilidad social, pasando por una pandemia, la seguridad y la prevención son necesarias para desarrollar un evento. Creo que hemos avanzado mucho, nos hemos ‘atrevido’ a hablar de seguridad y a destinar los recursos necesarios para que los eventos se puedan celebrar con garantías. Además, destacaría el rol de la seguridad pública en el caso de grandes eventos, con un nivel de compromiso envidiable comparado con otros países.
“En los últimos años hemos podido comprobar que cuando la seguridad se tambalea los eventos sufren las consecuencias. Desde el terrorismo hasta la inestabilidad social, pasando por una pandemia, la seguridad y la prevención son herramientas imprescindibles en el sector”
Alguna carencia que quiera destacar de nuestro sector.
De manera general, falta definir qué es un evento y consensuar las tipologías que existen. Es una carencia que vemos en muchos países. Este hecho complica también el marco regulatorio de los eventos, algo que hemos visto ahora cuando el sector se ha visto afectado por el Covid-19.
Ufff, eso daría para un libro, o para una asignatura… ¿Puede concretar más respecto a ese marco regulatorio?
Como le decía, si no podemos acotar a qué nos referimos con un evento ya se complica todo lo que viene a continuación. En el caso de la pandemia, hemos visto como algunos países eran más flexibles con los eventos MICE al considerar que su grado de control era superior al de otros eventos; aquí no siempre ha ocurrido así. Parte de esa dificultad radica en que a veces lo definimos legalmente por su tipología, otras veces por el número de asistentes, etc. Y luego debemos ver el marco normativo que aplica en niveles locales, autonómicos o estatales que no siempre es coincidente.
Oiga, lo del libro no lo digo en broma. ¿Para cuándo el primero?
Decía José Martí que escribir un libro es una de las cosas que cualquier persona debía hacer durante su vida. En mi caso sigue pendiente, pero quizá algún día llegue el momento.
Y su gran pasión, viajar…
Sin duda. Poder conocer de primera mano otros lugares, culturas y personas es una experiencia enriquecedora y memorable, algo que he disfrutado especialmente en mis viajes a Asia. A veces no es necesario ni coger un avión, se puede lograr disfrutar de esa experiencia simplemente a pie, como recorriendo el Camino de Santiago, otra experiencia que destacaría. Y cuando el camino no se hace acompañado, siempre me gusta disfrutar de la radio y del podcast, otro de mis intereses.