JUAN LUIS FUENTE
(Entrevista publicada en esta misma página el 16 de diciembre de 2021 y que ahora ofrecemos también para descargar en versión PDF)
Es un ser pasional, un espíritu libre donde los haya. Quienes le conozcan estarán de acuerdo, una persona que no lleva bien no poder controlar a veces, lo que le provoca un punto de genio que, como él dice literalmente, “me hace insoportable”. ¿Exagera? Tal vez… Lo que está claro es que estamos ante una persona a la que le va la marcha (“rotundamente sí, me tomo muy en serio mi trabajo tanto como el tercer tiempo”). Tal vez porque no le gusta desperdiciar ningún momento de su vida, sin aspirar a nada en concreto o a todo, a vivir plenamente. Así es José María Gimeno Lahoz (Zaragoza, 1964), jefe de Protocolo de las Cortes de Aragón, esa persona que lleva por bandera la palabra “compañerismo” (“sí, es lo más importante: trabajar en grupo, discutir, reír, gritar, llegar a acuerdos”), para quien la vida es un constante aprendizaje (“me encanta observar, mirar, leer, oír y sentir. Soy muy de piel”) y para quien su palabra preferida del diccionario es “madre”. Su currículum no tiene desperdicio. (Lean parte de él al final de la entrevista). Aquí destacamos que es Licenciado en Historia por la UNED, Especialista Universitario en Protocolo y Ceremonial del Estado e Internacional por la Universidad de Oviedo y la Escuela Diplomática de Madrid y Experto en Ceremonial y Protocolo por el Consejo Superior de Relaciones Públicas de España y la Confederación Iberoamericana de Relaciones Públicas. También es presidente de la Asociación Aragonesa de Protocolo. Un loco del protocolo y del ceremonial, de su profesión a la que tanto ama y una persona sumamente feliz con su gran vocación: la docencia. “Impartir clases en la Universidad de la Experiencia de la Universidad de Zaragoza es su vivencia más enriquecedora”. Está convencido de que el futuro de la profesión es envidiable. “Los brotes verdes están ahí y vienen empujando fuerte”.
Además de sus muchos títulos en Protocolo y Ceremonial, es licenciado en Historia. Lo digo porque nos acaban de dar una buena lección en el Congreso de Protocolo de Santiago de Compostela con la ponencia inaugural De Jaca a Santiago. Protocolo en el Camino junto con sus colegas y paisanos Javier Carnicer, Gemma Fernández-Ges, José Luis Angoy y Mercedes Mairal.
La idea de hacer una ponencia dedicada al Camino de Santiago en homenaje al Año Jacobeo y a la sede del Congreso fue de Javier Carnicer y nos la propuso a los demás compañeros que, como siempre, le secundamos y apoyamos. El trabajo ímprobo que hay detrás es todo mérito de él. Nosotros nos dedicamos a ponerlo en escena y a disfrutarlo.
Por cierto, ¿qué balance haría de este Congreso?
Extraordinario. El Congreso del reencuentro. Todos sus participantes transmitimos las ganas de volver a vernos, de abrazarnos, después de tanto tiempo de hacerlo virtualmente. Aquí quiero agradecer a Carlos Fuente, Javier Vilariño y Rafael Vidal su generosidad para ponerlo en marcha y al Comité Organizador su gran trabajo. También quiero destacar la asistencia de tantos profesionales y estudiantes que demostraron su amor por el protocolo.
Este encuentro estuvo organizado por el Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos al cual usted pertenece. ¿Está cumpliendo objetivos?
Principalmente ha servido para unir y fortalecer a los profesionales del sector. El gran objetivo es defender esta profesión y fomentar su estudio. Para no ser prolijo en la respuesta, invito a todos los lectores a leer los objetivos del Observatorio.
“El Observatorio de Protocolo y Eventos ha servido principalmente para unir y fortalecer a los profesionales del sector. El principal objetivo es defender esta profesión y fomentar su estudio. Invito a todos los lectores a leer sus objetivos”
Es presidente de la Asociación Aragonesa de Protocolo. ¿Mucha actividad? Háblenos de sus retos y objetivos.
La creamos para el Congreso de Zaragoza el año 2006. Funciona muy bien. Es anarquía pura. Forman parte todos los aragoneses que muestren interés en la profesión de protocolo, aunque no lo sepan. No hay cuotas, hacemos actividades, aparecemos en todos los foros donde nos requieren, firmamos convenios con instituciones y nos reunimos con frecuencia.
Asociaciones territoriales, asociaciones nacionales, OICP, ahora el Observatorio… ¿Queda hueco para un colegio profesional?
Para mí su importancia es relativa o como diría mi compañero gallego Javier Vilariño, depende. Creo que ahora la legislación europea va por otros derroteros. En este tema hay diferentes opiniones de los profesionales. Yo abogo por defender y apoyar los intereses de los profesionales y velar por la calidad de su ejercicio laboral siempre al servicio de la sociedad. También apuesto por definir los requisitos de acceso a la profesión.
“Abogo por defender y apoyar los intereses de los profesionales y velar por la calidad de su ejercicio laboral siempre al servicio de la sociedad. También apuesto por definir los requisitos de acceso a la profesión”
Permítame que le pregunte sobre sus colegas aragoneses a los que muchos llaman muy cariñosamente “Los de Aragón” por su extrema unidad y compañerismo, ese grupo que lidera Javier Carnicer y los mencionados Gemma, José Luis y Mercedes. Miramos hacia ustedes con cierta envidia sana no solo por lo bien que se llevan, sino por el gran rendimiento que sacan de ello profesionalmente.
Nosotros primero somos amigos y luego profesionales de protocolo. Todos los que nos dedicamos a esto en Aragón hemos nacido a la sombra de nuestros maestros, Tomás, Ángel y Tuco. Ellos nos transmitieron que lo primero eran las personas y que las discusiones y las interpretaciones se hacen en casa y que una vez que llegas a un acuerdo, se defiende colectivamente.
Cada uno en su casa, pero como si compartieran piso. Digo yo que también se enfadarán de vez en cuando…
¡Jajajaja! Claro que nos enfadamos y exponemos nuestros criterios. Insisto, hablamos, discutimos y llegamos a acuerdos. Aragón es tierra de pactos.
En cualquier caso, ¿su forma de trabajar en equipo desde instituciones diferentes en la misma comunidad les distingue en algo del resto de los profesionales españoles?
Créame, no hay ningún secreto. Bueno, quizá el diálogo constante, compartir información, ser honestos con nosotros mismos y evitar los egos, sobre todo el mío, que es enorme.
“Nos llaman ‘los de Aragón”, sí. Nosotros primero somos amigos y luego profesionales que nacimos a la sombra de nuestros maestros, Tomás, Ángel y Tuco. Ellos nos transmitieron que lo primero eran las personas y que las discusiones y las interpretaciones se hacen en casa y que una vez que llegas a un acuerdo, se defiende colectivamente”
Es funcionario por oposición en el Parlamento Europeo y en las Cortes de Aragón, en las que es jefe de Protocolo. Esto último es conocido por todos, ¿pero lo primero?
Soy una persona en constante formación; me encantan los retos. Siempre estoy estudiando o preparando algo. Un día leyendo el periódico me enteré de unas oposiciones en el Parlamento Europeo y allí acudí. Conseguí la plaza, tomé posesión y nunca me incorporé. Mi vida siguió otro camino. No tengo curiosidad por lo que podía haber sido y no fue, estoy muy contento de mi desarrollo profesional.
¿Por qué un licenciado en Historia se mete en esto del protocolo y además llega a ser jefe del departamento de las Cortes de Aragón?
Acabé en esta profesión porque alguien llamado Tomás Solans creyó en mí y me animó a formarme. Él también venía de Historia y vio en mi forma de trabajar algo que supongo que le gustaría. Llegué a jefe de protocolo por la confianza depositada en mi persona por Javier Carnicer y el presidente de las Cortes José María Mur.
¿Y cómo ha cambiado su vida profesional a partir de este momento?
La verdad es que me dedico al protocolo desde 1993 y mi vida profesional es muy satisfactoria. Hago lo que me gusta y por eso me siento privilegiado. Ser jefe sólo significa aceptar la responsabilidad en los errores y asumir decisiones colectivas.
“Me dedico al protocolo desde 1993 y mi vida profesional es muy satisfactoria. Hago lo que me gusta y por eso me siento privilegiado. Ser jefe sólo significa aceptar la responsabilidad en los errores y asumir decisiones colectivas”
¿Algún maestro más al margen de nuestro queridísimo Tomás Solans?
Y tanto que sí: Jesús Peña, Elena Bona, José Arturo Navarro, Ángel Pérez, Alberto Moreno, Carlos Fuente, Gerardo Correas, Rafael Vidal, Javier Vilariño y todos mis compañeros de los que aprendo cada día. Y las grandes maestras de mi vida, Amparo, Carmen y Menchu, mi abuela, mi madre y mi hermana. Tengo que resaltar que he tenido mucha suerte de crecer en esta profesión al lado del mejor profesional, Don Javier Carnicer, ejeano, generoso, gran amigo y una persona excepcional.
Su principal vinculación con la profesión siempre ha sido en el mundo oficial. ¿Tiene algún parangón con otros tipos de protocolo o es éste la madre del cordero?
Cuando yo empecé sólo se hablaba de protocolo en este ámbito; estudié en la Escuela Diplomática, he trabajado desde los 22 años en las Cortes de Aragón, he aprendido de profesionales de las instituciones. Después he visto como se expandía en otros niveles. Si el protocolo es el cordero, la madre es oficial.
Es profesor de Protocolo y Ceremonial en varias universidades. Sin duda, un apasionado de la docencia. ¿Por qué? ¿Qué opinión tiene de la enseñanza que se imparte en España en nuestro sector?
Es mi vida, mi vocación. Soy un apasionado de transmitir conocimientos y, lo que es más importante para mí, de aprender de mis alumnos. La docencia en el sector cada vez es más seria y rigurosa.
“Ser profesor de protocolo es mi vida, mi vocación. Soy un apasionado de transmitir conocimientos y, lo que es más importante para mí, de aprender de mis alumnos. La docencia en el sector cada vez es más seria y rigurosa”
¿Todo esto le llevó a ser socio-fundador de la Escuela de Protocolo de Aragón? ¿Qué nos dice de ella?
Un proyecto de siete locos, una aventura maravillosa que finalizó en 2008. La Exposición de Zaragoza absorbió todas nuestras energías. ¿El mejor recuerdo? Las reuniones eran una delicia, no parábamos de reír.
El término “ceremonial” es muy querido por unos y también hay personas que lo ven ya algo trasnochado. En Aragón son muy ceremonialistas, ¿Quizá por el rey Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, ya en la profunda Edad Media?
El ceremonial es poner en la práctica las formas de un acto, su escenografía y teatralidad. La palabra puede que para algunos esté trasnochada. Yo la prefiero a cualquier anglicismo. Y hablando de Pedro el Ceremonioso, queremos promoverlo a patrón de la profesión. Sin embargo, el oscense San Lorenzo no está de acuerdo.
Ha sido distinguido con el Diploma de Mérito “Comandante Militar” y otro de Agradecimiento del Hospital Militar de la Defensa.
Sólo quiero expresar mi agradecimiento a mis compañeros que ejercen esta profesión en el Ejército. Gracias a ellos he tenido estas distinciones, que he recibido sólo por hacer mi trabajo.
Zaragoza acogió en el 2006 el magnífico VII Congreso Internacional de Protocolo. Incluso REVISTA PROTOCOLO dedicó un número monográfico al mismo. Sin duda, un congreso espectacular. Usted fue miembro de su comité organizador, de su comité ejecutivo y también ponente.
Lo mejor de ese Congreso fue la participación y cómo Aragón se volcó con el mismo. Sólo palabras de agradecimiento a las instituciones, empresas y personas que ayudaron a que fuera un congreso extraordinario. Hay gente que todavía conserva la maleta roja, emblema del Congreso.
¿Qué diagnóstico hace de la profesión? ¿Hay futuro? ¿Qué les diría a los jóvenes al respecto?
Esta profesión está muy viva y tiene un futuro envidiable. Todo es mejorable; la puesta en marcha del Grado Universitario es un comienzo, un camino a seguir dotándolo de seriedad y compromiso científico. A los jóvenes siempre les transmito lo mismo: pasión, formación y buen hacer. Para mí fue un orgullo compartir con mis alumnas en prácticas, Isabel Giralte y María Vallespín, el Congreso de Santiago. Los brotes verdes están ahí y vienen empujando fuerte. Mi recuerdo para Jorge Herrero, que no pudo asistir al Congreso por temas laborables.
Siempre tuve la impresión de que ustedes en Aragón ejercen el protocolo con el máximo rigor técnico, pero con un gran sentido práctico. ¿Nos perdemos muchas veces y mucho tiempo en los encorsetamientos? ¿Hay que actualizar el Real Decreto de Precedencias?
¡Me gusta que tenga esa impresión! Como he dicho, aquí en Aragón cuando hay algún problema o duda, opinamos y llegamos a un acuerdo. Si finalmente no hay consenso, es el decano (en este caso, Javier Carnicer) el que decide. Eso nos enseñaron nuestros antecesores y lo respetamos al máximo.
“¡Me gusta que tenga la impresión de que en Aragón ejercemos el protocolo con un gran sentido práctico! Aquí, cuando hay algún problema o duda, opinamos y llegamos a un acuerdo. Eso nos enseñaron nuestros antecesores y lo respetamos al máximo”
¿De qué se siente más orgulloso de toda su trayectoria profesional?
Sin ninguna duda, de mis compañeros en las Cortes de Aragón: María Antonia, Javier, Chencho, Ana y Alicia. Y también del proyecto que empezamos con Eva del IES Santiago Hernández de acoger alumnas en prácticas, de Isabel, María, Clara, Naza e Inés. En ellas está el futuro de esta profesión. Creo que les transmitimos la pasión por este mundo maravilloso que es el protocolo.
¿Y existe en su diccionario la palabra “jubilación”?
Esta palabra la entiendo como disfrutar en cada momento; vivo en constante jubileo. Mi padre, Pepe, me enseñó a no esperar, a vivir el momento, a exprimir la vida.
“Mi proyecto es mi trabajo diario: facilitar el trabajo a nuestros 67 diputados y que puedan dedicarse a hacer política para el desarrollo de Aragón. Aquí quiero hacer una defensa a ultranza del trabajo de la clase política, tan denostada en algunos medios”
¿Qué proyecto tiene en marcha?
Mi proyecto es mi trabajo diario. Para el equipo de Protocolo de las Cortes de Aragón nada más y nada menos que facilitar el trabajo a nuestros 67 diputados y que puedan dedicarse a hacer política para el desarrollo de Aragón. Aquí quiero hacer una defensa a ultranza del trabajo de la clase política, tan denostada en algunos medios.
En definitiva, ¿qué es protocolo para usted?
El cuidado del detalle y organizar actos para llegar a la piel del público.
SOBRE LA TRAYECTORIA DE JOSÉ MARÍA GIMENO LAHOZ
Nacido en Zaragoza el 23 de octubre de 1964, vivió en su pueblo Santa Cruz de Grío hasta los trece años. En la actualidad es jefe de Protocolo de las Cortes de Aragón. Funcionario, por oposición en el Parlamento Europeo y en las Cortes de Aragón. Una experiencia de más de treinta años como funcionario de las Cortes de Aragón le ha ofrecido la oportunidad de ser responsable de la organización de multitud de actos de variada naturaleza.
Es Licenciado en Historia por la UNED, Especialista Universitario en Protocolo y Ceremonial del Estado e Internacional por la Universidad de Oviedo y la Escuela Diplomática de Madrid y Experto en Ceremonial y Protocolo por el Consejo Superior de Relaciones Públicas de España y la Confederación Iberoamericana de Relaciones Públicas.
Presidente de la Asociación Aragonesa de Protocolo y socio-fundador de la Escuela de Protocolo de Aragón.
Ha sido distinguido con el Diploma de Mérito “Comandante Militar” y el Diploma de Agradecimiento del Hospital Militar de la Defensa.
Profesor del Título de Experto Universitario en Protocolo por la Universidad Miguel Hernández de Elche, la Escuela Internacional de Protocolo y la Escuela de Protocolo de Aragón.
Coordinador de la Comisión de creación del Título Propio de la Universidad de Zaragoza “Diploma de Especialización en Protocolo, Ceremonial y Organización de Actos”, siendo profesor desde su implantación.
En 2007 dirige la Comisión para la creación del Título Propio de la Universidad San Jorge “Experto en Protocolo y Organización de Actos” siendo su director los dos primeros cursos y coordinador del módulo de Protocolo de Estado los siguientes.
Participa en la creación, coordinación y puesta en marcha y es codirector y ponente del “Curso de Protocolo: una necesidad social en nuestros días”, en los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza, desde 2007 hasta la actualidad.
Coordinador y profesor de la asignatura “Protocolo, ceremoniales y habilidades sociales” de la Universidad de la Experiencia de la Universidad de Zaragoza desde su implantación en 2016.
Profesor asociado de la Universidad San Jorge, asignatura “Protocolo y gestión de eventos” en el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas.
Profesor asociado de la Universidad del Atlántico Medio, asignatura “Protocolo Oficial” en el Grado de Protocolo y Organización de Eventos.
Profesor en el programa de Difusión y Mejora de la Calidad de la Formación Profesional del sistema educativo del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, en la asignatura “Protocolo y Relaciones Públicas”.
Ha ejercido una amplia actividad docente como profesor de protocolo y ceremonial en cursos de formación convocados por diferentes entidades, como la Universidad de Zaragoza, la Universidad San Jorge, el Instituto Aragonés de Administración Pública, la Universidad de Educación a Distancia, I.E.S. de todo Aragón, entre otras muchas.
Ha impartido conferencias y ha sido ponente en diversos ciclos sobre la materia: Universidad de Zaragoza, Universidad San Jorge, I Congreso Europeo de Protocolo en Vitoria, VI Simposio Nacional de Ceremonial y Protocolo en Alicante, V Congreso Internacional de Protocolo en Madrid, VII Simposio Nacional de Ceremonial y Protocolo en Gandía, X Congreso Internacional de Protocolo en Bilbao, I, III y IV Congreso Internacional de Protocolo de la UNED, entre otros.
Miembro del Comité Organizador, del Comité Ejecutivo y ponente del VII Congreso Internacional de Protocolo celebrado en Zaragoza en 2006.
Miembro del Consejo Editorial de la Revista de Protocolo “Formas”.
Miembro del Comité Organizador y ponente del VI Congreso de Comunicación y Eventos celebrado en Madrid en noviembre de 2018.
Miembro del Observatorio de Profesionales de Protocolo, mayo 2020.
Miembro del Comité Organizador y ponente del Congreso de Protocolo y Eventos celebrado en Santiago de Compostela celebrado en noviembre de 2021.