PAULINA GRASIELA MARIA KAWATU
La cumbre del G-20 que tuvo lugar en la isla de Bali (Indonesia) los días 15 y 16 de noviembre fue todo un éxito. A pesar de la situación geopolítica desfavorable por la guerra, se desarrolló sin contratiempos. Hubo tres lugares que se convirtieron en el foco de la Cumbre. A saber, el Candi Ballroom en el Apurva Kempinski Hotel, el parque cultural Garuda Wisnu Kencana y también el Ngurah Rai Grand Forest Park. A diferencia de las ediciones anteriores, que se centraron en el recinto, este año el comité organizador eligió un hotel de la cadena de lujo Apurva Kempinski como sede del plenario, mientras que las reuniones bilaterales y multilaterales de los países miembros se llevaron a cabo en los respectivos hoteles de los mandatorios.
En esta edición no hubo foto de familia, algo que se había convertido en una tradición todos los años y en cada cumbre de alto nivel. Ello fue como consecuencia de la guerra. También hubo personas que manifestaban que los líderes no querían tomarse una foto con el ministro ruso Sergey Lavrov. En esta edición, también fue invitado el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien pronunció un discurso telemático.
Tampoco fue tan emocionante la cena de gala celebrada el 15 de noviembre en Garuda Wisnu Kencana, donde los mandatarios caminaron por la alfombra roja vistiendo batik tejido, la prenda típica de Indonesia. El socialista Pedro Sánchez, con su mujer Begoña Gómez, fue visto vistiendo batik con tonos de azul y amarillo, lo que se considera un símbolo de respeto por Ucrania. Batik es una prenda típica de Indonesia que se usa comúnmente en ocasiones tanto formales como informales. Los mandatarios se sirvieron con gastronomías tradicionales de Indonesia y también se amenizaron con bailes típicos de todas las provincias de la geografía.
Al día siguiente, 16 de noviembre, los mandatarios fueron invitados a recorrer el Parque Forestal Ngurah Rai (Tahura Ngurah Rai) donde tuvieron la oportunidad de sembrar manglares. Indonesia es el país con los manglares más largos del mundo.
Alrededor de 14.300 miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales de Indonesia (TNI) fueron desplegados para asegurar la Cumbre del G-20. También hubo restricciones viales del 12 al 16 de noviembre. Los vehículos eléctricos se utilizaron para circular en las áreas donde se realiza la cumbre. También hubo lanzaderas y motos eléctricas que pudieron ser utilizadas por los delegados y medios de comunicación que asistieron a la cumbre estos días.
El aeropuerto internacional Ngurah Rai estaba parcialmente cerrado incluso tuvieron varios vuelos cancelados. Debido a que se realizaron varias series de eventos al aire libre, el comité organizador realizó una operación de tecnología de modificación del clima esparciendo 26 toneladas de sal sobre las nubes lo que hizo que la lluvia cayera más rápido pero fuera de las 3 sedes donde se llevó a cabo la Cumbre.
Para protegerse del COVID-19, el comité requirió que todos los delegados y participantes se realizaran PCR con validez para tres días o antígenos válidos para 24 horas.