JUAN LUIS FUENTE
(Entrevista realizada y publicada en esta misma página el 28 de octubre de
2021 y que ahora ofrecemos también para descargar en versión PDF)
Cuando iniciamos la conversación para la entrevista, lo primero que le pedí a Antonio Rodríguez de Rivera fue una breve descripción de lo que hacía profesionalmente en su día a día. Y respondió esto: “Escuchar, entender al cliente (interno o externo), organizar, diseñar, planificar, explicar, presupuestar, discutir, negociar, ceder, comprender, construir, crear equipo, confiar, dirigir, coordinar, facilitar, anticipar escenarios, minimizar riesgos, visualizar y desarrollar la estrategia, sopesar las particularidades de cada territorio, buscar proveedores locales para cada evento…”. En fin, esto es básicamente lo que hace cada día respecto a su trabajo. Casi nada… Para que todavía quede algún que otro indocto que considere que nuestra profesión es solamente ser educado a la mesa. El caso es que se queda uno sorprendido con la respuesta que de este magnífico profesional (Barcelona, 1981) enamorado de su profesión hasta la médula, incluso hasta el extremo de afirmar que el protocolo y la organización de eventos “no es algo que haga, es algo que me define, es lo que soy”. Después de conocer muy bien lo que es esta profesión en un ayuntamiento y en una delegación del Gobierno, ahora ejerce como director nacional de Eventos Corporativos en Banco Sabadell desde la Dirección de Relaciones Institucionales del Grupo.
Todo un placer conversar con este joven “animal del protocolo” al que podríamos definir como una persona sencilla que aspira a divertirse haciendo su trabajo, cuidando y queriendo a su familia y sus amigos y, sobre todo, a ser buena persona (que lo es) y alguien en quien se pueda contar y confiar (que se puede). “Lo demás ya vendrá, lo iremos viendo y disfrutando según avance la vida”, afirma con asombrosa tranquilidad.
Entremos en materia, haga un breve resumen de su meteórica trayectoria profesional.
En primer lugar, muchas gracias por sus palabras. Me sonrojan…
¿Son inciertas?
Le aseguro que no pero nunca lo había visto así. Contestando a su pregunta le diré, que mi primera oportunidad en Relaciones Institucionales (RRII) y Protocolo la tuve en una empresa de joyería y condecoraciones llamada Cejalvo Artesanos, donde aprendí Derecho Premial. Ello me llevó a dar clase en los estudios propios de Protocolo y Relaciones Institucionales y colaborar en algunos masters hasta hace poco. De ahí pasé a trabajar en el Gabinete de Relaciones Públicas López-Schmid y, con lo aprendido, pasé a dirigir el departamento de RRII y Protocolo del Ayuntamiento de Badalona, tercera ciudad de Cataluña. Posteriormente, pasé a RRII y Protocolo de la Delegación del Gobierno en Cataluña, en donde viví unos años bastante intensos. Y actualmente, como ya ha dicho usted, ocupo la dirección nacional de Eventos Corporativos en Banco Sabadell desde la Dirección de Relaciones Institucionales del Grupo.
Quién iba a decir que a través del Derecho Premial fuese a terminar en la dirección nacional de eventos de un banco tan importante…
Desde luego, yo no, y menos por aquel entonces cuando lo tenía todo por descubrir. Sigo siendo un freaky del Derecho Premial. Pero los últimos veinte años han sido un camino muy interesante hasta llegar aquí; no los cambiaría por nada. Y lo que queda…
¿Cómo recuerda la dirección del departamento de Protocolo en el Ayuntamiento de Badalona?
Con gran cariño y nostalgia. Significó mucho para mí poder desarrollar nuestra profesión en el ayuntamiento de mi ciudad, no natal, pero en la que viví desde los cinco hasta los 26. Que el Pleno confiara en mí y en mi criterio y me permitiera trabajar, crear, probar, equivocarme, definir y desarrollar parte de la historia visual y oficial de esos años es un orgullo personal. Desgraciadamente la situación administrativa impide contratar buenos profesionales externos que contribuyan con sus conocimientos en beneficio de la ciudad y la profesión.
“Que el Pleno del Ayuntamiento de Badalona confiara en mí y en mi criterio y me permitiera trabajar, crear, probar, equivocarme, definir y desarrollar parte de la historia visual y oficial de esos años es un orgullo personal”
¿Es más dura la labor del protocolo local que el regional o nacional o el propio de una gran corporación?
Cuanto más cerca estés de tus clientes (lo son los ciudadanos en el caso de la administración), más duro y exigente es el trabajo. En cualquier caso, estamos sometidos a la opinión y escrutinio generales, cuya opinión es siempre bien intencionada pero no siempre está bien informada de los detalles que conducen a tomar las decisiones que se adoptan, y hay que estar muy seguro de lo que quieres y debes hacer y saber cómo navegar para poder desarrollar nuestra labor en beneficio de la institución pública o privada en general y no de un interés personal en particular.
¿Qué fue lo que más le costó llevar a cabo en su etapa dedicada al protocolo local?
Sin duda, convencer a todos que desde la dirección de Relaciones Institucionales y Protocolo servíamos a la institución en su conjunto, no solo al gobierno municipal. No pudo convocarse la plaza y la única forma de acceder a la posición fue a través de la convocatoria de una plaza directiva y ello parece que te hace menos profesional. Una vez conseguido cierto grado de credibilidad todo fue mucho más sencillo y se entendió que la silla o la plaza no hace al profesional ni el ocupante la mejora necesariamente. Debemos empezar a saber ver la diferencia, sobre todo si las plazas no salen a concurso o quedan sujetas a valoraciones subjetivas.
Y después, a dirigir los destinos del protocolo de la Delegación del Gobierno en Cataluña, casi nada.
Cuando asumí la responsabilidad el 28 de octubre de 2015 nada hacía presagiar lo que pasaría después y solo aspiraba a seguir el ejemplo de mi predecesor. A lo largo de 2016 aprendí que de mí se esperaba algo muy diferente y, de forma adicional, tuve que ganarme el respeto y la consideración de los compañeros de los tres poderes con sede en Madrid y de las administraciones autonómica y locales, que ya conocía de mi etapa municipal, sin los cuales no podría haber desarrollado mi función con lealtad y espíritu de sacrificio y servicio público, todo ello hasta el momento de mi salida el 19 de junio de 2018.
¿Cómo afectaron las corrientes independentistas en su labor diaria en este gabinete? No debieron ser tiempos fáciles considerando que gobernaba el PP en España.
El clima político, social, cultural e institucional que se respiraba entonces se traducía en una gran dificultad para mantener el equilibrio institucional en los numerosos eventos a los que asistíamos y en notables ausencias y excusas en los que organizábamos. El protocolo y las RRII pasaron a ser una herramienta más en la estrategia de comunicación política de algunas administraciones y, en ocasiones, fue muy difícil cumplir y hacer cumplir la normativa vigente y evitar que las instituciones y actos oficiales se convirtieran en algo que no son.
[En pleno fervor independentista en Barcelona]: “El protocolo pasó a ser una herramienta más en la estrategia de comunicación política y, en ocasiones, fue muy difícil cumplir y hacer cumplir la normativa vigente y evitar que las instituciones y actos oficiales se convirtieran en algo que no son”
¿Qué fue lo que más le costó llevar a cabo en esta etapa?
Sin duda, seguir comunicando a través del protocolo y los gestos que las instituciones seguían al servicio de todos los ciudadanos. Hubo que dedicar muchas horas a negociar, a persuadir, a dialogar con firmeza. En definitiva, a desarrollar esa combinación de habilidades sociales, de comunicación, inteligencia social y emocional… (lo que ahora llaman “soft skills”) en beneficio de todos. De esos años me quedan amigos que lo serán para toda la vida por lo mucho que nos unió lo vivido. Se ha hablado considerablemente de lo político y muy poco de lo humano y de lo que perdimos y también de lo mucho que ganamos como profesión.
Y ahora, en el mundo de la empresa, nada menos que en la dirección nacional de Relaciones Institucionales del Banco Sabadell.
Siempre tuve claro que, en algún momento de mi carrera, después de picar mucha piedra y aprender y equivocarme mucho, quería pasar por la empresa privada de primer nivel. Mis padres tuvieron una pyme y mis primeros pasos los di en la privada antes de lanzarme a trabajar en la administración, por lo que siempre conservé las ganas de volver al mundo de la empresa. Mi carrera se ha visto condicionada por algunos momentos que están en la memoria de todos y ahora disfruto mucho de poder trabajar en Banco Sabadell, una gran empresa cotizada que me permite crear, desarrollar, diseñar, organizar y participar de grandes acontecimientos junto a un equipo maravilloso y ello me hace particularmente feliz y me siento muy agradecido por la oportunidad.
“Ahora, disfruto mucho de poder trabajar en Banco Sabadell, una gran empresa cotizada que me permite crear, desarrollar, diseñar, organizar y participar de grandes acontecimientos junto a un equipo maravilloso; ello me hace feliz y me siento muy agradecido por la oportunidad”
Esto es como papá o mamá: ¿Barcelona o Madrid?
La respuesta es fácil: las dos, pero cada una a su manera. Barcelona es mi casa, mi tierra, el lugar donde nací, crecí, me desarrollé y el que mis padres eligieron para que yo pudiera tener una vida mejor que la que ellos tuvieron. Vaya donde vaya, siempre (siempre) vuelvo. De Madrid, le diré que es la ciudad que me creó como profesional, la que me ha acogido siempre y me ha dado paz y esperanza en momentos difíciles y en la que viven grandes amigos que ya son familia. Para mí es presente y futuro, aunque la playa me pille a varias horas en coche en lugar de a tres pasos de casa.
¿El evento que más le haya costado organizar?
Ahora corresponde decir el tópico típico de “todos los eventos son difíciles de organizar” y me temo que es exactamente así. Todos son difíciles si te lo tomas en serio, quieres ser profesional y no cedes ante el “opinómetro” general. Para mí los más difíciles siempre han sido los municipales porque son los más auténticos, los que te acercan más a la gente que te juzga con mayor inmediatez y severidad. A nivel nacional los más difíciles son siempre los que se organizan como consecuencia de un accidente o atentado con víctimas mortales. Uno nunca se acostumbra a organizar la repatriación de un cadáver y a tratar y acompañar a la familia. El primer aniversario del accidente del avión de Germanwings o los actos en memoria de las víctimas del atentado de las Ramblas son dos eventos que recuerdo especialmente.
En los años que llevo en Banco Sabadell los más complejos siempre son aquellos en los que está en juego la reputación e imagen de la empresa y su relación con nuestros clientes, como la Junta General de Accionistas o las activaciones de patrocinios como los festivales de música o el Barcelona Open Banc Sabadell, Trofeo Conde de Godó.
Sentimentalmente, ¿alguno guardado en su memoria de forma especial?
El que recuerdo con más cariño por ser el primero que organicé y tuvo trascendencia fuera del ámbito municipal fue la entrega de la medalla de hija predilecta de la ciudad de Badalona a Mireia Belmonte. A partir de ese evento me gané el respeto y la consideración de la mayoría de mis compañeros y pude desarrollar con cierta confianza los que vinieron después desde la Delegación del Gobierno en unos años muy intensos en los que se nos olvidó lo que era tener una agenda razonablemente tranquila.
“El evento que recuerdo con más cariño por ser el primero que organicé y tuvo trascendencia fuera del ámbito municipal fue la entrega de la medalla de hija predilecta de la ciudad de Badalona a Mireia Belmonte”
¿Qué le ha unido y le sigue uniendo al protocolo y la organización de eventos?
Las relaciones institucionales, el protocolo y la organización de eventos no es son algo que haga, es son algo que me define, es lo que soy. Ocupa el 100% de mi tiempo laboral, es mi profesión y no puedo entenderla sin todo lo aprendido, que me ayuda a seguir desarrollando mi carrera y mi forma de ser y entender el mundo.
¿Le influyó alguien o algo para que así fuera?
Además de mis padres y mi mujer, he podido crecer en lo profesional y también como persona de la mano de grandes mentores y amigos como Xavier y Alejo, que ya no están con nosotros, Andrés, Carlos, Alfredo, Martín, Fermín, Nuño, Sergi, Jorge… Maestros y amigos que puedo citar por sus nombres propios porque estoy seguro de que quien lea estas líneas también los conoce y a quienes estoy muy agradecido por haber confiado en mí, y por seguir haciéndolo.
¿Algo que le apasione especialmente de esta profesión?
Sí, contribuir a desarrollar e implementar estrategias, hacer que las “cosas” pasen, a conectar intereses y personas, comunicar y generar actividad constante para seguir avanzando.
“De esta profesión me apasiona especialmente contribuir a desarrollar e implementar estrategias, hacer que las “cosas” pasen, a conectar intereses y personas, comunicar y generar actividad constante para seguir avanzando”
¿A qué aspira con él?
Simplemente, a poder seguir dedicándome a “lo mío” el resto de mi vida laboral, independientemente de la silla desde la que lo haga.
Ha llegado muy alto en ambas disciplinas, pero ¿protocolo oficial o protocolo empresarial?
El protocolo oficial tiene algo que el empresarial no tiene y es el sentido de la trascendencia y el servicio públicos. El convencimiento de que estás contribuyendo con humildad a construir algo mayor que tú mismo es algo maravilloso. Por otra parte, la efectividad y el pragmatismo del empresarial revelan una cara de la profesión que proporciona muchas satisfacciones.
“El protocolo oficial tiene algo que el empresarial no tiene: el sentido de la trascendencia y el servicio públicos, pero la efectividad y el pragmatismo del empresarial revelan una cara de la profesión que proporciona muchas satisfacciones”
¿Lo que más le cuesta aplicar en sus competencias en la dirección nacional de RRII de su banco?
Sin duda, lo más complicado es lograr que confíen en ti y en tu criterio, que te crean. Si lo consigues, todo es más sencillo a pesar de la complejidad de nuestra función. Trabajamos con personas y su proyección y tanto su representación como la reputación corporativa de nuestra institución o empresa pueden resentirse por causa de nuestras decisiones. Por ello, nuestra función es muy sensible. Afortunadamente, cada vez cuentan más con nosotros porque se nota que, de hacerlo, todo conduce a que las cosas sean más positivas y favorables.
Le decía al principio, cuando describía su actividad diaria, que sorprende que aún quede algún iletrado que considere que nuestra profesión es solamente ser educado a la mesa… Defina lo que es el protocolo.
Pues nada menos que una herramienta de comunicación y organización que facilita que terceros de partes diferentes puedan encontrar un espacio común de convivencia y orden en el que puedan entenderse. Para mí es una parte importante de la estrategia de relaciones públicas en la organización de cualquier evento.
¿Y qué debemos hacer para que nuestra profesión vaya a más?
Desearía que entre todos siguiéramos sumando en favor de la profesionalización dejando atrás modelos poco edificantes, partidistas o meramente centrados en la propia supervivencia. Solo aprendiendo, mejorando nuestra formación académica, siendo compañeros, siendo corporativistas, respetándonos independientemente de los cargos que ocupemos y colaborando todos juntos para garantizar el próximo relevo generacional, podremos avanzar en la construcción de una profesión considerada y bien estructurada.
“Solo mejorando nuestra formación académica, siendo compañeros, corporativistas, respetándonos y colaborando unidos para garantizar el próximo relevo generacional, podremos avanzar en la construcción de una profesión considerada y bien estructurada”
Me quedo con lo del relevo generacional, pese a su juventud. ¿Recomendaría esta profesión a los jóvenes?
Recomendaría esta profesión una y mil veces. Aunque nos quede mucho por recorrer para ser reconocidos como aquello que somos y no lo que hacen algunas personas que se esconden bajo nuestra denominación profesional y tanto daño nos hacen al por reducirnos a una caricatura.
¿Y qué me dice de ese otro “relevo generacional” que la profesión deberá afrontar a corto plazo?
Sí, es el que deberá producirse en los próximos cinco años y que me preocupa especialmente porque no estoy seguro de que se esté trabajando para garantizar la continuidad de todo lo mucho y bueno que ha hecho la generación anterior a la mía. Me preocupa que no abordemos este tema con seriedad y rigor y que, llegado el momento, nos lamentemos porque quedemos abandonados a un principio adanista por parte de intereses ajenos a nuestra profesión. Estoy convencido de que hay excelentes profesionales preparados para asumir la transición y seguir desarrollando y contribuyendo a lo que nuestros mayores han construido a lo largo de los últimos cuarenta años. Imagino que no debe ser fácil entender que este momento se acerca, pero experiencias recientes consecuencia de jubilaciones, me hacen pensar que no podemos seguir evitando este debate.
“En los próximos cinco años deberá producirse un relevo generacional, y esto es algo que me preocupa especialmente porque no estoy seguro de que se esté trabajando para garantizar la continuidad de todo lo mucho y bueno que ha hecho la generación anterior a la mía”
¿Qué opina de la formación académica que tenemos en protocolo y organización de eventos?
La formación académica vigente es fruto de años de dedicación y perseverancia, debe seguir revisándose para adaptarse a las necesidades reales del mercado laboral y seguir siendo una gran oportunidad laboral en una industria enorme que da trabajo a miles de personas y mueve un importantísimo volumen de negocio.
¿Cuál es a su juicio el gran problema de nuestra profesión en España?
El intrusismo en todas sus formas. Un buen profesional tiene la obligación de estar debidamente formado y actuar siempre en beneficio de su cliente bajo los principios y valores profesionales que todos conocemos. Nadie contrataría a alguien sin la debida formación reglada en prensa o en asesoría jurídica. ¿Por qué en nuestro campo sí?
¿El futuro de la profesión pasa por que todos seamos funcionarios para poder trabajar en la administración pública?
Creo sinceramente que la función pública no es la solución que necesitamos como profesión. Por primera vez hay una generación de grandes profesionales formados exquisitamente que no puede acceder a desarrollar sus funciones porque no tienen una plaza y las ya existentes las acaban ocupando personas no siempre formadas o sin la misma experiencia que acumulan profesionales que han vivido y gestionado experiencias que pueden aportar un valor adicional muy importante. Deberíamos empezar a normalizar la contratación de laborales, no de libre designación, vinculados a la autoridad que les nombra, para poder contar con los mejores de cada momento y especialidad que puedan hacer valer nuestra formación y experiencia como parte fundamental del desarrollo de las estrategias de RRII y dejar de ser percibidos por algunos sectores únicamente como personal auxiliar, de acompañamiento y de apoyo.
Terminemos con esta cuestión: además de las corbatas, hábleme de sus hobbies.
Pues me fascina viajar y estar con mi familia, hablar y hacer planes de presente y de futuro con mi mujer, compartir una buena mesa y una mejor sobremesa con mis amigos (cuanto más larga mejor, aunque suponga arrebatar horas al sueño), aprender casi cualquier cosa, leer hasta los prospectos de los medicamentos, cualquier serie que me haga pensar o me enseñe algo, planificar, pensar, debatir… y sí, me gustan las corbatas y, sobre todo, defender que no han pasado de moda.
O sea, no han pasado de moda.
Por mi bien, el del buen gusto y las 63 corbatas que tengo en mi armario, aunque no uso más de 10, espero que no. Un buen traje (no cualquier cosa con apariencia de traje) y una buena corbata siguen siendo una apuesta segura. Aprovecho para pedir a todos un esfuerzo pedagógico y advertir a algunas personas de la necesidad de arreglar el largo de las mangas de las chaquetas y los bajos del pantalón. No me atrevo a hablar del brillo de los zapatos ni de las suelas de goma…