• Inicio
  • Sobre Nosotros
  • Suscripción a Newsletter
  • Ediciones Protocolo
  • Contacto
Carrito / 0.00 €

No hay productos en el carrito.

  • Acceso
  • Registrarse
No Result
Mostrar todos los resultados
Revista Protocolo
  • Noticias
    • Agencias
    • Protocolo
      • Protocolo Cultural
      • Protocolo Deportivo
      • Protocolo Empresarial
      • Protocolo Funerario
      • Protocolo Local
      • Protocolo militar
      • Protocolo Oficial
      • Protocolo Social
    • Eventos
      • Actualidad
      • Casos by Event Club
      • Eventos Corporativos
      • Eventos Culturales
      • Eventos Musicales
      • Eventos deportivos
      • Eventos Institucionales
      • Moda
      • Eventos Sociales
      • Eventos y Psicología
      • Presidencia Española UE
    • Tendencias
      • Sostenibilidad
      • Cultura
      • Producción
      • Sociedad
      • Tecnologías
    • Comunicación
      • Fotocomentarios
      • Marketing
    • Gente
      • Distinciones
      • El post de la semana
      • Gente sobresaliente
      • Homenajes
      • Nombramientos
      • Obituario
    • Publicaciones
      • Libros
      • El post de la semana
    • Análisis
      • Comunicación
      • Cultura
      • Empresa
      • Encuestas
      • Imagen Personal
      • Protocolo
      • Sociedad
      • Tecnologías
    • Congresos
      • Encuentros
      • Ferias
      • Gastronomía
      • Incentivos
      • Jornadas
      • Mice
    • Espacios
      • Hoteles
      • Destinos
    • Otras Secciones
      • Noticias Patrocinadas
      • Actualidad
      • Acuerdos
      • Agencias
      • Asociaciones
      • Casas Reales
      • Catering
      • Distinciones
      • Formación
      • Premios
      • Proveedores
      • Restauración
      • RSC
      • ‘El Corralito’ by Event Club
  • Revistas Publicadas
    • Acceso a toda la hemeroteca
    • Última Revista Publicada
  • Leer nuestros libros
  • Gente con protocolo
  • Suscripción Anual
    • Qué incluye mi suscripción
    • Deseo Suscribirme
  • Contratar Publicidad
    • Contrata nuestra publicidad
    • Tarifas edición impresa
    • Tarifa banners en la web
    • Tarifas banners en newsletter
    • Condiciones de contratación
    • Mediakit completo
  • Noticias
    • Agencias
    • Protocolo
      • Protocolo Cultural
      • Protocolo Deportivo
      • Protocolo Empresarial
      • Protocolo Funerario
      • Protocolo Local
      • Protocolo militar
      • Protocolo Oficial
      • Protocolo Social
    • Eventos
      • Actualidad
      • Casos by Event Club
      • Eventos Corporativos
      • Eventos Culturales
      • Eventos Musicales
      • Eventos deportivos
      • Eventos Institucionales
      • Moda
      • Eventos Sociales
      • Eventos y Psicología
      • Presidencia Española UE
    • Tendencias
      • Sostenibilidad
      • Cultura
      • Producción
      • Sociedad
      • Tecnologías
    • Comunicación
      • Fotocomentarios
      • Marketing
    • Gente
      • Distinciones
      • El post de la semana
      • Gente sobresaliente
      • Homenajes
      • Nombramientos
      • Obituario
    • Publicaciones
      • Libros
      • El post de la semana
    • Análisis
      • Comunicación
      • Cultura
      • Empresa
      • Encuestas
      • Imagen Personal
      • Protocolo
      • Sociedad
      • Tecnologías
    • Congresos
      • Encuentros
      • Ferias
      • Gastronomía
      • Incentivos
      • Jornadas
      • Mice
    • Espacios
      • Hoteles
      • Destinos
    • Otras Secciones
      • Noticias Patrocinadas
      • Actualidad
      • Acuerdos
      • Agencias
      • Asociaciones
      • Casas Reales
      • Catering
      • Distinciones
      • Formación
      • Premios
      • Proveedores
      • Restauración
      • RSC
      • ‘El Corralito’ by Event Club
  • Revistas Publicadas
    • Acceso a toda la hemeroteca
    • Última Revista Publicada
  • Leer nuestros libros
  • Gente con protocolo
  • Suscripción Anual
    • Qué incluye mi suscripción
    • Deseo Suscribirme
  • Contratar Publicidad
    • Contrata nuestra publicidad
    • Tarifas edición impresa
    • Tarifa banners en la web
    • Tarifas banners en newsletter
    • Condiciones de contratación
    • Mediakit completo
Suscríbete
Revista Protocolo
No Result
Mostrar todos los resultados
Home Protocolo

Algunas reflexiones para el análisis del funeral del Papa Francisco desde la mirada de un organizador de eventos

“No solo estamos hablando de una ceremonia religiosa: estamos ante un evento de escala mundial, cargado de significado, seguido por millones de personas y lleno de detalles que, aunque parezcan invisibles, están muy pensados y organizados”

14-05-2025
Algunas reflexiones para el análisis del funeral del Papa Francisco desde la mirada de un organizador de eventos

GERARDO CORREAS
Presidente de la Escuela Internacional de Protocolo (EIP)

El presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, Gerardo Correas, escribe esta reflexión para la Event Managers Association (EMA) y que reproducimos en REVISTA PROTOCOLO a continuación.

  1. Introducción
    Breve reflexión sobre el impacto mundial del evento y por qué interesa analizarlo desde nuestro sector.
  2. La magnitud del evento
    Un funeral de Estado, pero también religioso, seguido por millones. ¿Qué implica eso a nivel logístico y de planificación?
  3. El protocolo vaticano: tradición en estado puro
    Qué reglas antiguas siguen vigentes y cómo se aplicaron. Vestimenta, símbolos, lugares sagrados, etc.
  4. El equilibrio entre solemnidad y actualidad
    Cómo se mantiene el respeto y la emoción sin quedarse anclados en el pasado. Elementos modernos usados con elegancia.
  5. Dispositivo organizativo: ¿quién hace qué?
    Quiénes están detrás de la organización. Roles clave: desde el maestro de ceremonias hasta los cuerpos de seguridad.
  6. Comunicación y retransmisión: un evento global
    Cómo se comunica un acto tan solemne sin perder la esencia. Medios, redes sociales, señal institucional.
  7. El papel de los invitados y asistentes
    Jefes de Estado, líderes religiosos, pueblo llano… Cómo se organiza todo eso sin perder el control.
  8. Simbología y puesta en escena
    Desde los gestos hasta los objetos: todo habla. Y cómo se integran esos símbolos sin saturar.
  9. Lecciones para los organizadores de eventos
    Qué podemos aprender para aplicar en eventos que no tienen esta magnitud, pero sí este espíritu.
  10. Críticas y Fallos
  11. Conclusión personal
    Una reflexión sincera sobre cómo se puede unir la tradición con lo actual y hacerlo de forma impecable.
1. Introducción

Cuando hablamos del funeral del Papa Francisco, no solo estamos hablando de una ceremonia religiosa. Estamos ante un evento de escala mundial, cargado de significado, seguido por millones de personas y lleno de detalles que, aunque parezcan invisibles, están muy pensados y organizados.







Desde el punto de vista de quienes nos dedicamos a la organización de eventos, este tipo de actos son una mezcla impresionante de tradición, protocolo, comunicación y logística.

Este análisis no pretende meterse en temas religiosos ni políticos, sino más bien mirar con lupa cómo se ha llevado a cabo la organización de un funeral con tanta carga simbólica.

Veremos cómo se unen la solemnidad, que es esencial en un acto de este tipo, con elementos propios de los eventos actuales, como la retransmisión global, el control de asistentes o la señalética adaptada, y desde luego la seguridad.







La idea es que, aunque no estemos nunca al frente de algo tan grande (o sí, quién sabe), podamos sacar ideas y reflexiones útiles que sirvan en nuestro día a día profesional. Porque al final, todo evento necesita respeto, orden, emoción y mucho trabajo bien hecho. Y este funeral ha sido un ejemplo claro de eso.

2. La magnitud del evento

Organizar el funeral del Papa Francisco no ha sido solo preparar una misa. Ha sido montar un evento de alcance mundial, con miles de asistentes en persona y millones siguiéndolo por televisión, redes sociales y otros medios.

Hay que tener en cuenta que vinieron más de 200 representantes de distintos países, entre ellos varios jefes de Estado y de Gobierno. Solo en transporte y protocolo, logística y seguridad para ellos, la necesidad de previsión es enorme.

Para que nos hagamos una idea, se calcula que unas 250.000 personas asistieron a la Plaza de San Pedro ese día, sin contar con los que se agolparon en calles cercanas o lo vieron desde otras zonas habilitadas.

A nivel de medios, la retransmisión llegó a más de 150 países. Hubo más de 2.000 periodistas acreditados, muchos de ellos de agencias internacionales, lo que ya da una idea de lo que implica preparar un espacio para ellos, gestionar sus tiempos, sus accesos y su visibilidad.

Se estima que aproximadamente 1.400 millones de personas vieron el funeral del Papa Francisco por televisión en todo el mundo.

En España, la cobertura especial de RTVE sobre el funeral lideró su franja de emisión, con una cuota de pantalla del 26,9% y cerca de 3,6 millones de espectadores únicos a lo largo de sus cuatro horas de emisión.

Cada plano, cada imagen, cada silencio se convirtió en contenido que se multiplicaba en directo por todas las plataformas posibles. Y claro, todo eso había que tenerlo previsto.

En cuanto al coste, no hay una cifra oficial cerrada, como suele pasar con actos del Vaticano, pero algunas fuentes apuntan que el despliegue ha podido superar los 5 millones de euros si se suma seguridad, logística, montaje, personal, medios y atención a las delegaciones oficiales.

Todo esto nos hace pensar en cómo cambia la manera de organizar un evento cuando la atención mundial está sobre ti. Cada detalle tiene que estar pensado no solo para que funcione en el sitio, sino para cómo se verá en las pantallas del mundo. Y eso, como organizadores, es algo que nos obliga a pensar con doble lente: la de lo que pasa en directo, y la de lo que se percibe desde fuera.

3. El protocolo vaticano: tradición en estado puro

Una de las cosas más impresionantes del funeral del Papa Francisco ha sido ver cómo se mantiene viva una tradición que lleva siglos sin apenas moverse. El protocolo del Vaticano es de los más antiguos y estrictos del mundo. Todo está medido: desde la posición de los cardenales, hasta el orden de entrada de los jefes de Estado o la forma exacta en la que se coloca el féretro. No es solo por capricho, es porque cada gesto tiene un sentido simbólico que representa la historia de la Iglesia.

Por ejemplo, el ataúd de madera, sin grandes adornos, refleja la humildad que siempre marcó el estilo del Papa Francisco. Pero además, ese tipo de ataúd es el mismo que se ha usado en funerales papales desde hace siglos. También se siguió el ritual de colocar el Evangelio abierto sobre el féretro, sin flores ni decoraciones llamativas.

Todo está cargado de simbolismo, y como organizadores, eso nos recuerda que a veces no hace falta mucho para transmitir un mensaje potente.

Y aunque todo parece muy rígido, el Vaticano ha sabido adaptarse. Por ejemplo, el uso de pantallas gigantes para que los fieles pudieran seguir la ceremonia en directo desde distintos puntos de Roma, o el sistema de megafonía, discreto pero impecable, que permitió que se escuchara todo con claridad. Incluso se cuidaron detalles como la traducción simultánea para la prensa internacional, que seguía la ceremonia desde la Sala Stampa.

Otra cosa curiosa: aunque el evento es profundamente religioso, la parte del protocolo civil también se cuida al milímetro. Las delegaciones oficiales tienen sitios reservados, se les guía por un circuito propio, y hay personal diplomático coordinando cada movimiento.

Todo esto con una puesta en escena sobria, pero muy cuidada, donde el respeto por la tradición nunca se pierde, pero donde también se nota que hay una organización moderna detrás que lo hace todo posible.

4. El equilibrio entre solemnidad y actualidad

Una de las cosas que más me ha llamado la atención del funeral ha sido cómo han conseguido mantener ese ambiente solemne y cargado de respeto, pero sin que pareciera un acto anticuado o desconectado del presente. No es fácil hacer eso. Muchos eventos que tiran de tradición acaban pareciendo fríos o muy lejanos al público, pero en este caso se ha conseguido justo lo contrario: una ceremonia muy íntima, aunque fuera masiva.

Lo primero es el tono. Todo ha sido muy sobrio, sin estridencias. Desde la música (coro, órgano, cánticos gregorianos), hasta el ritmo de la ceremonia. Todo invitaba al recogimiento, pero al mismo tiempo estaba pensado para que se pudiera seguir bien desde cualquier lugar del mundo. La realización televisiva, por ejemplo, fue muy cuidada, con planos largos, sin cambios bruscos, y con silencios que también hablaban. Eso no es casualidad, eso está guionizado.

Y luego están los elementos actuales. Se usaron cámaras de altísima calidad, drones para mostrar la magnitud de la plaza, y hubo señal en directo adaptada para plataformas digitales, algo que hace diez años ni se consideraba.

La enorme repercusión mediática te obliga a pensar cada detalle también desde el punto de vista visual: que no haya zonas vacías, que la iluminación sea adecuada, que los movimientos de personas estén bien coreografiados… aunque suene frío, es parte del trabajo.

También fue interesante cómo se integraron elementos modernos sin romper con lo tradicional. Por ejemplo, el uso de señalética muy discreta para orientar a los asistentes, o cómo se distribuyeron los accesos por franjas horarias para evitar aglomeraciones. Todo eso es muy de evento actual, pero se hizo con tanta naturalidad que nadie se dio cuenta.

Al final, este funeral ha sido una lección de cómo unir lo solemne con lo actual sin que una cosa se coma a la otra. Como organizadores, ver eso en acción es un regalo.

5. Dispositivo organizativo: ¿quién hace qué?

Detrás de un evento como el funeral del Papa Francisco hay un engranaje enorme de personas trabajando para que todo salga bien. Y lo curioso es que, aunque casi nadie los ve, si fallan, se nota. Por eso me parece interesante repasar, aunque sea por encima, quién hace qué en este tipo de actos tan grandes.

Para empezar, el Vaticano tiene su propio equipo de organización de ceremonias, que se llama la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice. Son los que se encargan de preparar todos los detalles religiosos: desde el altar hasta los textos que se van a leer o quién participa en la misa. Lo llevan todo con mucha precisión.

Luego está el cuerpo diplomático del Vaticano, que coordina con los gobiernos de otros países la asistencia de jefes de Estado y otras autoridades. Cada uno de ellos tiene un sitio concreto, unas normas que seguir y una entrada y salida organizada. No se improvisa nada. También están los responsables de protocolo civil y militar, porque algunos mandatarios llegan con escoltas o incluso con tropas de honor.

La seguridad es otro gran bloque. En este caso, participaron la Gendarmería Vaticana, la Policía italiana, los Carabinieri, el cuerpo de bomberos y los servicios de emergencias médicas. Hay quien dice que había más de 5.000 efectivos desplegados solo ese día, entre fuerzas del orden, sanitarios y personal de emergencias. Y todo eso, sin que se notara demasiado, para no romper el ambiente de recogimiento.

También hay que contar con los equipos técnicos: realización de televisión, sonido, iluminación, megafonía, coordinación de cámaras, señal internacional… Todo eso es un mundo. Se calcula que trabajaron más de 700 personas solo en la parte audiovisual.

Y por supuesto, estaban los voluntarios y personal de acogida, que ayudaron a orientar a los miles de fieles que llegaron desde la madrugada.

Es decir, aunque desde fuera pueda parecer que es “solo” una misa, en realidad es una producción enorme, con equipos muy distintos trabajando a la vez y con un objetivo común: que todo parezca natural y sin esfuerzo. Y eso, como bien sabemos en nuestro gremio, solo se consigue con muchísima preparación.

6. Comunicación y retransmisión: un evento global

Si hay algo que ha marcado este funeral, además de la parte religiosa y simbólica, ha sido su impacto mediático. Ya no estamos en una época en la que los actos importantes se ven solo en la tele nacional o se cuentan al día siguiente en el periódico. Ahora se retransmite en directo, se comenta en redes al segundo, se analizan los gestos en YouTube, en TikTok, en todo. Y eso, para quienes organizamos eventos, cambia totalmente la forma de preparar las cosas.

En este caso, el Vaticano trabajó con su centro de comunicación (Vatican Media) para ofrecer una señal en directo a todo el mundo, con calidad altísima, traducción simultánea a varios idiomas y un control total de lo que se mostraba.

Nada se dejó al azar. Se eligieron planos que respetaban la emoción del momento, que evitaban el sensacionalismo y que cuidaban mucho la imagen de la institución. Eso es algo que no se puede improvisar. Tiene que estar pensado desde antes, incluso escrito como si fuera un guion.

Además de la señal oficial, se permitió a otros medios trabajar desde zonas concretas, con sus cámaras y sus comentaristas, pero siempre bajo ciertas normas. Así se garantizaba que la ceremonia no se viera distorsionada o convertida en un espectáculo. Es un equilibrio difícil, pero muy bien conseguido aquí.

En redes sociales, aunque el Vaticano no es precisamente un generador de contenidos virales, sí se vieron muchas imágenes compartidas desde cuentas institucionales, medios y asistentes. Algunos momentos se hicieron tendencia, como los aplausos al final de la misa o la imagen del féretro saliendo de la basílica. Todo eso contribuye a que el evento llegue más lejos y se perciba como cercano.

Lo que me parece más interesante es cómo se ha logrado una comunicación muy potente sin perder el respeto por el momento. No ha sido un show, ni una campaña. Ha sido una retransmisión sobria, pero muy cuidada. Y como organizadores, eso nos enseña que comunicar bien un evento no es solo “darlo a conocer”, sino también saber cómo queremos que se entienda, cómo lo vive el público desde casa o desde el móvil. Porque, al final, la experiencia también pasa por la pantalla.

7. El papel de los invitados y asistentes

Uno de los grandes retos de este funeral ha sido la organización de los asistentes. Y es que no estamos hablando solo de fieles o vecinos de Roma. Han venido delegaciones de todo el mundo, líderes religiosos, representantes políticos, miembros del clero, personalidades del ámbito cultural… y por supuesto, miles de personas anónimas que querían despedirse del Papa Francisco.

Para que te hagas una idea, solo en la Plaza de San Pedro había unas 250.000 personas. Y eso sin contar las calles aledañas ni los que lo siguieron desde puntos habilitados con pantallas. La llegada de asistentes comenzó a las cinco de la mañana, con controles de seguridad, zonas señalizadas, reparto de accesos y un operativo de entrada escalonado para evitar aglomeraciones. Todo muy al estilo de un gran evento, aunque aquí con un tono mucho más solemne y tranquilo.

Las delegaciones oficiales tuvieron un tratamiento diferente. Se les colocó en una zona reservada, con entradas por rutas separadas, coordinación directa desde las embajadas y un protocolo muy claro. Cada país tenía su sitio, su número de representantes y su acceso cronometrado. Participaron más de 200 delegaciones extranjeras, y eso requiere una planificación muy fina, porque nadie puede quedar fuera de sitio o sin la atención adecuada.

 

 

También me llamó la atención cómo se organizó el espacio para el resto de asistentes. A pesar de la multitud, había caminos despejados, personal de acogida que ayudaba a la gente a moverse y zonas claramente marcadas para que cada grupo supiera dónde podía estar. Era un espacio abierto, pero ordenado. Y eso es un logro en un entorno tan simbólico como la Plaza de San Pedro, donde no puedes poner vallas por todas partes ni romper con la estética del lugar.

 

 

Aquí también se notó que había una voluntad de hacer el evento accesible, no solo para los grandes nombres. Se dio prioridad a personas con movilidad reducida, hubo espacios para religiosos de base, y se permitió la entrada libre a muchos fieles, dentro del orden posible. Eso muestra una sensibilidad que, en eventos así de grandes, a veces se pierde.

Como reflexión, me quedo con esta idea: aunque haya un protocolo muy cerrado para autoridades, también se debe cuidar al público general. Y eso, en eventos de cualquier escala, es algo que siempre deberíamos tener presente.

8. Simbología y puesta en escena

En un funeral como este, cada detalle tiene un mensaje. No se trata solo de decorar bonito o de poner todo en orden. Se trata de que todo lo que se ve, lo que se oye y lo que se hace, tenga un sentido. Y en el del Papa Francisco, eso se notó mucho. Fue una ceremonia cargada de símbolos, pero sin ser recargada. Justo el equilibrio que hace que las cosas emocionen de verdad.

Por ejemplo, el ataúd de ciprés, sencillo, sin adornos dorados ni inscripciones llamativas, hablaba muy bien del estilo del propio Papa. Siempre fue austero, cercano, y eso se reflejó incluso en su despedida. Sobre el féretro, como ya comenté, solo colocaron el Evangelio abierto. Nada más. Y ese gesto, tan simple, decía mucho más que cualquier arreglo floral.

Otro símbolo importante fue el uso del incensario, las vestiduras litúrgicas, los cánticos en latín… Todo eso conecta con siglos de historia y de rituales. Pero también se notó que se había pensado la escenografía para que no fuera demasiado barroca. El altar, por ejemplo, estaba decorado con flores blancas y verdes, sin grandes arreglos, y con una iluminación natural que venía del propio entorno del Vaticano.

La música fue otro gran acierto. Se optó por piezas clásicas, corales y sobrias, que acompañaban el momento sin robar protagonismo. Nada de grandes orquestas ni efectos sonoros. Solo voces y silencio. Porque sí, el silencio también fue parte de la puesta en escena. Hubo momentos en los que no se decía nada, no se cantaba, y la imagen del ataúd, en silencio, frente a miles de personas en absoluto respeto, lo decía todo.

También me pareció muy potente la imagen aérea de la plaza: esa estructura ovalada, tan conocida, llena de gente en silencio, sin pancartas, sin móviles en alto, simplemente allí, acompañando. Esa imagen dio la vuelta al mundo y fue uno de los símbolos más fuertes de la ceremonia. Una manera visual de decir: aquí hay unión, respeto y despedida.

Todo esto nos recuerda que en los eventos, y más aún en los solemnes, no hace falta llenar de cosas. A veces, lo más simple es lo más emocionante. Y que cada elemento que pongamos, si tiene un porqué, suma. Si no lo tiene, sobra.

9. Lecciones para los organizadores de eventos

Aunque un funeral papal parece algo totalmente fuera de nuestro alcance, lo cierto es que se pueden sacar muchas ideas útiles que valen para cualquier tipo de evento, por pequeño que sea. Al final, los principios de una buena organización son los mismos: pensar bien lo que se quiere transmitir, cuidar los detalles y saber adaptarse a las circunstancias.

Una de las cosas que más me ha hecho pensar es cómo se puede comunicar mucho con muy poco. Aquí no hubo pantallas LED gigantes con efectos, ni música épica, ni discursos larguísimos. Y sin embargo, fue un evento profundamente emocionante. Eso nos recuerda que lo más importante es el mensaje y que los recursos tienen que estar al servicio de ese mensaje, no taparlo.

Otra lección es la importancia de coordinar bien a los equipos. En este funeral participaron cientos, miles de personas, entre seguridad, liturgia, medios, protocolo, limpieza, transporte… y todo funcionó como un engranaje. En cualquier evento, por muy pequeño que sea, si no hay buena coordinación, los fallos aparecen. Y lo peor es que muchas veces esos fallos no se ven en la preparación, sino justo cuando empieza el acto.

También me pareció interesante cómo se cuidó la experiencia del asistente. Aunque había zonas restringidas, la organización intentó que la mayor parte de la gente pudiera participar, ya fuera desde dentro de la plaza o en los espacios habilitados alrededor. Eso habla de una forma de hacer eventos pensando en las personas, no solo en la estética o en lo protocolario.

Y por último, me quedo con una idea que me parece clave: la tradición no está reñida con lo actual. Este funeral nos enseñó que se puede respetar la historia, seguir unas formas muy marcadas, y al mismo tiempo adaptarse a cómo se vive hoy. Se puede ser solemne sin ser aburrido, se puede ser moderno sin perder el respeto.

Creo que, como organizadores, ver eso en acción nos da herramientas para repensar nuestros propios eventos, y para entender que lo verdaderamente importante es que lo que hacemos tenga sentido, toque a las personas y quede bien hecho.

10. Críticas y fallos

Aunque en general el funeral del Papa Francisco fue un ejemplo de organización impecable, también hubo algunas críticas y aspectos mejorables. Es normal: en eventos de esta magnitud, con tantas capas y responsabilidades, siempre se cuela algo. Y está bien que lo reconozcamos, porque también se aprende de ahí.

Una de las críticas más repetidas fue el tema de la accesibilidad. Si bien se habilitaron zonas para personas con movilidad reducida, hubo quejas de que el acceso no fue del todo fluido y que en algunos momentos, los controles de seguridad ralentizaron mucho la entrada. Varias personas mayores, que habían llegado muy temprano, comentaron que no pudieron acceder a tiempo o que el recorrido era demasiado largo.

También hubo cierta confusión en la parte de comunicación previa. Algunas delegaciones extranjeras señalaron que no recibieron con suficiente antelación la información sobre los protocolos de entrada, los tiempos y las ubicaciones. Esto provocó desajustes menores, como llegadas tarde o reubicaciones de último momento. En eventos con tantos actores internacionales, tener la información clara y a tiempo es clave.

Por otro lado, hubo quien echó en falta una mayor cercanía del evento con los fieles. Aunque la ceremonia fue muy respetuosa y abierta, algunos sectores consideraron que se podría haber incluido un gesto más simbólico hacia la gente común, como permitir el paso por delante del féretro o abrir más zonas de la ciudad al acto. Es un equilibrio difícil, porque hay que garantizar seguridad, pero es cierto que parte del legado del Papa Francisco fue su cercanía, y algunos sintieron que faltó algo de eso en la despedida.

Además, hubo una contradicción que muchos comentaron y que, sinceramente, también me llamó la atención. Se ha repetido hasta la saciedad que el Papa Francisco fue un hombre humilde, cercano, muy alejado del boato… pero eso no terminaba de reflejarse en su funeral. El despliegue fue enorme: cientos de cámaras, un operativo de seguridad de miles de personas, retransmisión mundial con producción impecable, y una puesta en escena solemne, muy cuidada, pero que transmitía más poder y grandeza que sencillez. A eso se sumaba la etiqueta impecable de los cardenales, los ornamentos litúrgicos más tradicionales y la presencia de delegaciones extranjeras con todo su protocolo, que tampoco ayudaban a reforzar ese mensaje de austeridad.

Es verdad que en parte es inevitable, porque el acto es oficial y global, pero quizá se perdió un poco esa coherencia entre lo que fue el Papa y cómo se le despidió. La sensación, al menos desde fuera, era que se impuso el aparato institucional frente al espíritu cercano que él siempre intentó mantener.

Otra crítica puntual es la de la velocidad del papa móvil llevando el féretro por las calles hacia la basílica de Santa Marta. Gente en las calles esperando horas para ver pasar a velocidad el féretro puede ser una falta de respeto a esa espera.

En el plano técnico, aunque la retransmisión fue excelente, en algunos países se reportaron fallos en la traducción simultánea o en la calidad del audio. Nada grave, pero en un evento con tanto seguimiento global, esos pequeños detalles pueden afectar la experiencia.

En resumen, no se trata de buscar errores por buscar, pero sí de tener claro que incluso en los eventos mejor preparados, hay margen de mejora. Y como organizadores, nos viene bien ver también el otro lado de la moneda, porque ahí es donde se afinan los próximos proyectos.

11. Conclusión personal

Después de repasar todo esto, lo que me queda claro es que el funeral del Papa Francisco ha sido un evento que mezcla muchas capas: fe, política, tradición, actualidad, emoción, logística… Y desde el punto de vista de quienes trabajamos en eventos, ha sido una auténtica lección. No por lo espectacular, sino por lo bien pensado y medido que estaba todo. Porque aquí, cada gesto tenía un porqué, y cada decisión estaba al servicio de algo más grande que el propio evento.

También me ha servido para recordar que, aunque muchas veces los eventos se ven como algo externo, frío o muy técnico, en realidad lo que hacemos tiene que ver con las personas, con lo que sienten, con cómo viven lo que les preparamos. Y en ese sentido, este funeral ha sido muy potente. Ha emocionado, ha hecho reflexionar, y ha dejado una huella en millones de personas. Y eso, al final, es lo que todos queremos conseguir con nuestro trabajo, sea cual sea la escala.

Pero hay un aspecto más que no quiero dejar fuera: la imagen que proyecta un evento así. Porque sí, estamos hablando de un funeral, pero también estamos hablando de marca. Y el Vaticano lo sabe muy bien. Este tipo de ceremonias no solo son religiosas, también son momentos clave de visibilidad global. Lo que se transmite, cómo se transmite, qué se dice, qué se calla, todo suma o resta a la reputación de la institución. Y en este caso, se ha reforzado claramente la idea de una Iglesia con tradición, con orden, con capacidad organizativa y con presencia internacional. Aunque haya contradicciones con el mensaje más humilde del Papa, el conjunto ha servido para recordar al mundo que el Vaticano sigue siendo un actor potente, capaz de movilizar masas, de marcar la agenda mediática y de generar emoción colectiva.

Por supuesto, no todo fue perfecto. Hubo fallos, contradicciones, cosas mejorables… Pero también hubo una intención clara de hacer las cosas bien, con respeto, con orden y con sentido. Y creo que eso es lo que nos tenemos que llevar: la importancia de pensar cada evento desde la emoción, desde la coherencia y desde la mirada del que lo va a vivir.

En resumen, un acto lleno de tradición, pero muy actual. Muy solemne, pero pensado para el mundo de hoy. Y un ejemplo de que los grandes eventos no se improvisan: se sienten, se diseñan y se cuidan hasta el último detalle. Y también, de que cada evento es una oportunidad de construir marca, incluso cuando parece que solo estamos diciendo adiós.

Artículos relacionados

La bandera LGTBI y su uso en edificios públicos: análisis de la reciente sentencia del Tribunal Supremo

La bandera LGTBI y su uso en edificios públicos: análisis de la reciente sentencia del Tribunal Supremo

Autor: revista
12-12-2024
0

En el ámbito del protocolo oficial, la reciente sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la posibilidad de exhibir la bandera LGTBI en edificios públicos durante eventos como el Día del Orgullo representa...

Protocolo local, una apuesta por la transparencia y la reputación institucional

Protocolo local, una apuesta por la transparencia y la reputación institucional

Autor: revista
12-11-2024
0

¿Cómo se plantea el acto de entrega de medallas en un municipio? ¿A quién se invita y cómo? ¿Qué se necesita para celebrar este acto? ¿Cómo se ordena a las autoridades invitadas?...

Revista Protocolo

Ediciones Protocolo, editora de REVISTA PROTOCOLO, se dedica a la divulgación de todo tipo de temáticas relacionadas con el sector de los eventos, tanto en versión impresa como en formato digital, como es el caso de esta página web.

Tel.: 627 512851
Email: info@revistaprotocolo.com

Enlaces de Interés

  • Inicio
  • Sobre Nosotros
  • Hemeroteca
  • Contrata nuestra publicidad
  • Contacto

Suscripción

  • Planes de suscripción
  • Aviso Legal
  • Política de Privacidad
  • Política de Cookies
  • Condiciones de Compra

© 2021 Revista Protocolo

No Result
Mostrar todos los resultados
  • Inicio
  • Sobre Nosotros
  • Suscripción a Newsletter
  • Ediciones Protocolo
  • Contacto
  • Noticias
    • Protocolo
    • Eventos
    • Tendencias
    • Comunicación
    • Gente
    • Publicaciones
    • Análisis
    • Congresos
    • Espacios
    • Otras Secciones
  • Revistas Publicadas
    • Acceso a toda la Hemeroteca
    • Avance última revista publicada
    • Accede gratis a este ejemplar
  • Leer nuestros libros
  • Gente con protocolo
  • Suscripción Anual
  • Contratar publicidad
    • Contrata nuestra publicidad
    • Tarifas edición en Papel
    • Tarifas edición en PDF
    • Tarifa Banners en la Web
    • Condiciones de Contratación
  • Acceso
  • Registrarse
  • Carrito

© 2021 Revista Protocolo

¡Bienvenido!

Accede a tu cuenta

¿Has olvidado tu contraseña? Registrarse

Crear Nueva Cuenta

Rellena los campos a continuación y regístrate

Todos los campos son requeridos Acceder

Recuperar tu contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o tu email para recuperar la contraseña.

Acceder
Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Se procederá a cancelar la suscripción activa. ¿Estás seguro?